El primer belén social de Pamplona vuelve a ver la luz
La Asociación de Belenistas de Pamplona, en un proyecto liderado por Aitor Ortiz, recupera las figuras que se exhibieron en la escuela y en la plaza San Francisco en los años 50 y 60
La Asociación de Belenistas de Pamplona ha recuperado el primer belén social de la ciudad, que data de los años 50 del pasado siglo. “Lo que ahora se conoce como el encendido navideño del Ayuntamiento de Pamplona tuvo su origen, o gemelo quizás, en la inauguración del belén montado por el Patronato de la Fiesta de Reyes en las Escuelas de San Francisco, bajo la responsabilidad de los hermanos Cía”, detalla Aitor Ortiz de Felipe, miembro de la Asociación de Belenistas de Pamplona y responsable de la coordinación del proyecto para recuperar estas figuras.
Aquella tradición, destaca, “marcó el inicio de una etapa dorada del belenismo pamplonés. Precisamente el ambiente en torno a este belén propició que, en 1953, un grupo de aficionados fundara la Asociación de Belenistas de Pamplona. Entre los integrantes de su primera Junta Directiva se encontraban también José Luis Cía y Juan Mari Cía, que mantuvieron viva la tradición de montar el belén social año tras año”, recuerda Ortiz.
La Asociación adquirió entonces sus primeras figuras “y parte de esas piezas hoy constituyen un valioso patrimonio histórico recuperado. El belén llegó a instalarse tanto en la entrada de las escuelas como posteriormente en la plaza, donde se convirtió en un símbolo navideño para generaciones de niños y adultos. La prensa local documenta su existencia hasta 1962”, afirma Ortiz sobre un belén que permaneció expuesto en la plaza hasta finales de esa década.
Investigación sobre belenes históricos y populares
La Asociación de Belenistas de Pamplona emprendió en 2020, en una iniciativa financiada por el Gobierno de Navarra a través del programa Raíces/Sustraiak, un trabajo de investigación sobre belenes históricos y populares –han catalogado hasta 25– dentro del patrimonio cultural inmaterial de Navarra.
El proyecto incluye tanto la memoria oral como los bienes materiales e inmateriales vinculados a estas tradiciones. En esta investigación, por ejemplo, han dado en Olite con unos barros granadinos de finales del siglo XIX del artesano Román; o en Tabar con unas figuras “completamente olvidadas” del artesano catalán Martí Castells, que datan de principios del siglo XX.
Seguían en la escuela
Gracias también a esta investigación comprobaron que, décadas después, las figuras de este primer belén social de Pamplona seguían guardadas en la Escuela San Francisco, con un importante grado de deterioro. Se trata de más de 20 figuras de serie 60 –tamaño grande– que ahora afrontan un proceso de restauración “bastante complejo de eliminación de repintes e incorporación de elementos rotos”, detalla Ortiz, labores en las que “seguramente hagamos partícipes a los talleres, que todavía existen, que fabricaron las figuras”.
Conscientes de “la trascendencia cultural de este conjunto”, y con la “estrecha colaboración de la dirección y profesionales de la Escuela San Francisco”, el estudio permitió reconstruir la historia del desaparecido belén social y catalogar las figuras originales.
Tras confirmar su necesidad de intervención, la Asociación solicitó al Ayuntamiento de Pamplona la retirada del conjunto para acometer trabajos de conservación y restauración. Con la autorización municipal ya concedida, la entidad recogió la pasada semana estas piezas: “auténticos tesoros belenistas de los años 50”, afirma.
La procedencia de estas figuras está en Olot, en Girona. Un municipio que “desde finales del siglo XIX se convirtió en uno de los grandes centros de producción de figuras de belén en España. Su estilo, caracterizado por rostros expresivos, policromías finas y posturas naturalistas, se popularizó rápidamente y se distribuyó por toda España durante el siglo XX”, describe Ortiz.
La recuperación de este belén supone “un hito” en la investigación. “Además de poner en valor una tradición que forma parte de la identidad navarra, este trabajo permite rescatar un fragmento esencial de la memoria colectiva: un patrimonio que combina devoción, arte popular y el espíritu comunitario de la ciudad”, considera.
“Además de poner en valor una tradición que forma parte de la identidad navarra, este trabajo permite rescatar un fragmento esencial de la memoria colectiva: un patrimonio que combina devoción, arte popular y el espíritu comunitario de la ciudad”
Ahora la Asociación de Belenistas de Pamplona quiere construir una instalación que conmemore este primer belén social de Pamplona con las figuras conservadas y restauradas. Posiblemente lo hará en la exposición anual de belenes que celebra en Baluarte, pero de cara a las Navidades de 2026-27. “Cada figura recuperada es un testimonio de creatividad y de la huella emocional que el belenismo ha dejado en generaciones de pamploneses; una manifestación cultural viva que vuelve hoy a iluminar la historia navideña de Pamplona”, finaliza Ortiz.
