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Vidas ejemplares de Pamplona

Eladio Cilveti Azparren (1898-1937): fundador de Osasuna fusilado en la Guerra Civil

La Guerra Civil sacudió muy fuerte a Osasuna, y entre los fusilados por los fascistas figuran presidentes, directivos y fundadores del club rojillo como Natalio Cayuela, Fortunato Aguirre, Ramón Bengaray o Eladio Cilveti, promotor del nombre del club y del color de su camiseta

Eladio Cilveti Azparren (1898-1937): fundador de Osasuna fusilado en la Guerra Civil

Un pamplonés trabajador y muy popular

Eladio Cilveti nació en Pamplona en 1898, y fue el mayor de los seis hijos del matrimonio formado por Bartolomé Cilveti, comerciante de tejidos natural de Auritz, y María Azparren, nacida en Bizkarreta. Casó con Joaquina Sánchez Cayuela, hermana del pintor “Gutxi”, aunque la pareja, domiciliada en la calle Comedias, no tendrá hijos. Eladio trabajó como gerente de la agencia de seguros Plus Ultra en 1928, y al año siguiente es director de la empresa de publicidad Tirren, donde seguirá hasta su muerte. Conforme a esta exitosa actividad laboral, Eladio Cilveti tuvo algún peso en la vida económica y social de la ciudad.

Fue secretario de la Asociación de Comerciantes de Tejidos de Navarra (1931), y de la junta del Nuevo Casino (1934). Fue también miembro de Eusko Ikaskuntza, y participa en actos sociales de todo tipo, como una cena-homenaje al campeón de lucha Javier Ochoa, o una cuestación en homenaje al director del Orfeón Pamplonés, Remigio Múgica (1929), en la que su nombre aparece junto al del escritor Ángel María Pascual, los doctores Bernardino Tirapu y Serafín Húder, el comerciante Pío Guerendiáin, los políticos carlistas Joaquín Beunza e Ignacio Baleztena, o el escritor Eusebio García Mina.

Aquel año 1929 asiste también a las celebradísimas despedidas de soltero del arquitecto Víctor Eusa y de Gerardo Lambreabe, en las que coincide con el futuro concejal Jokintxo Ilundain, el alcalde de Pamplona y ministro de Justicia republicano Mariano Ansó, Joaquín Sagüés, Francisco Indave, Pedro Maisonnave, Carmelo Sancena, el futuro administrador de la Misericordia Blas Inza y el industrial chocolatero Pedro Mayo.

Nota de Osasuna del 30-12-1935, donde aparece Cilveti como secretario del club.

Fundador de Osasuna

Por otro lado, la afición que desde muy joven sentía Eladio por el fútbol le acerca progresivamente al movimiento que dará lugar al nacimiento de Osasuna. El 7 de septiembre de 1913 figura como directivo del Iruña Football Club, y más tarde aparece vinculado al club Unión Sportiva, que tras fusionarse con el New Club dará origen al club rojillo, de cuya junta directiva formó parte y fue secretario en 1925.

Pero es que, además, la conocida polémica en torno al origen del nombre de Osasuna sitúa a Eladio Cilveti en el epicentro de la discusión. En las reuniones relacionadas con la fundación del club se abrió un debate sobre su nombre, en cuyo inicio se presentaron propuestas “inglesas” como Pamplona Foot-Ball o incluso Foral Foot-Ball Club. Junto a ellos se propusieron otros de raíz vasca, como Ariñ Pamplonés, Indarra, Gogorrak o Lagunen Artean, y entre ellos salió también el de Osasuna. Según su familia, fue Cilveti quien propuso tanto el nombre como el color rojo de la camiseta, tomado de la bandera de Navarra. La palabra “salud” habría sido traducida al euskara por María Azparren, madre del propio Cilveti, y por el que luego fuera jugador del club, Txomin Meaurio.

Esta teoría viene además avalada por otro testigo, Joaquín Rasero, fundador y presidente del club rojillo en 1920-1921. También con datos y argumentos, otras personas han dado versiones diferentes. Jokintxo Ilundain, por ejemplo, atribuye la idea a José Huici, y Francisco Ilundain y Ángel Goicoechea se la atribuyen a Benjamín Adoain. Pero no se nos oculta que pudo haber un interés especial en relegar la figura de Cilveti, porque reconocer que quien propuso el nombre de una de las mayores señas de identidad navarras fue fusilado en 1937 por ser nacionalista estaba fuera de lugar. Especialmente si pensamos que en la discusión participaban miembros del Régimen como el falangista Jokintxo Ilundain o Ángel Goicoechea, alcalde de Pamplona en el ayuntamiento franquista de 1967. Y no fue, además, un caso aislado. Natalio Cayuela, fusilado en 1936 y que fue presidente durante 8 años entre 1923 y 1935, no figuró como tal durante muchos años.

Militancia política

Pero la clave para entender el final de Cilveti es su ideología, que le lleva a presentarse como candidato nacionalista en las elecciones municipales de abril de 1931. La campaña se había llevado a cabo en un ambiente muy enrarecido, y se llegó a acusar a Diario de Navarra, de ser el verdadero impulsor de la candidatura derechista. La crónica de las elecciones publicada el 14 de abril lleva un epígrafe titulado Impotencia nacionalista, donde se acusa abiertamente al nacionalismo de haber provocado incidentes. El nivel de señalamiento es tremendo, sobre todo si se recuerda lo que luego ocurriría a Eladio Cilveti y a otros candidatos izquierdistas de aquellas listas, que serán también fusilados. En 1933 Cilveti se afilia al partido Acción Nacionalista Vasca (ANV), de ideología más izquierdista y laicista que el del PNV, y tres años después, en 1936 y ya en vísperas del golpe, Cilveti figura dentro del Comité Nacional de Iruñea. Algo que resultará fatídico para él.

La placa de su calle, en los muros del nuevo Sadar.

Detención y muerte

Eladio Cilveti Azparren fue detenido el 21 de diciembre de 1936 y encerrado en la cárcel de Pamplona, de donde fue sacado el 16 de enero de 1937 para fusilarlo en Etxauri. Dados los contactos que tenía en Pamplona, sorprende mucho que nadie moviera un dedo por él, ya que en sus años de intensa vida social había intimado con personas del Régimen como los carlistas Ignacio Baleztena, Blas Inza y Víctor Eusa, los dos últimos de la Junta de Guerra Carlista, el falangista Ángel María Pascual, o miembros de los primeros ayuntamientos franquistas como Jokintxo Ilundain o Ángel Goicoechea.

En realidad, nada se sabe de lo que pudo ocurrir durante aquellos 26 días de detención, salvo que el día de su muerte los asesinos llevaron a Eladio ante Alberto Oficialdegui, párroco de Ibero, para ser confesado. Eladio pidió al cura que dijese a su mujer que “si mucho la he querido siempre, más la quiero ahora”, y quiso que se le enviara un anillo y dinero. La viuda recibió el mensaje del cura, pero no el anillo ni el dinero, que fueron expoliados por sus asesinos. Su cuerpo fue enterrado en una fosa de Ciriza, de donde fue exhumado y trasladado a Pamplona por las autoridades fascistas en 1940.

Sobra decir que nada se publicó sobre su muerte. Tras aquellos años de creciente presencia en los medios, la última cita en Diario de Navarra es del 12 de marzo del 36, cuatro meses antes de morir, cuando se informa de que Eladio Cilveti, director de la agencia Tirren, se encuentra de viaje en Barcelona. Después de esto ya no hay nada, sino un silencio estruendoso, que durará décadas. El propio 16 de enero de 1936, día de la ejecución de Cilveti, la portada de “Diario” titulaba “Camino de la Victoria”, y al lado un lema muy significativo: “Una patria: España. Un caudillo: Franco”. El 10 de octubre de 1975, 38 años después de la muerte de Eladio, se publica la esquela de Joaquina Sánchez Cayuela, “viuda de don Eladio Cilveti”, siendo esto lo más parecido a un obituario que tuvo el fundador de Osasuna.

Reconocimiento final

Claro que, incluso en los más oscuros años de la censura franquista, la familia de Eladio Cilveti tuvo el arrojo de reivindicar su papel en Osasuna. Lo hizo su hermano Francisco, el 15 de octubre de 1947, en carta explicativa enviada al Pensamiento Navarro. La misiva iba firmada, con ingenio y mucha intencionalidad, con el seudónimo “Beti Isil”, que se parece mucho al apellido Zilbeti pronunciado al revés, y que en euskara viene a significar “siempre callado” o incluso “siempre silenciado”. Dicho silencio se romperá por fin, de la manera más estruendosa además, cuando el 16 de octubre de 2017, al cumplirse 80 años exactos de su asesinato y a propuesta de la plataforma Sadar Bizirik y el propio Osasuna, el ayuntamiento de cambio de Iruñea diera el nombre de Eladio Cilveti a la calle donde se ubica el estadio de Osasuna. Ya era hora, Zilbeti jauna,bazen garaia...!