Cookie Life, las galletas que saben como en casa
A punto de cumplir 4 años, el obrador de cookies de la Txantrea está de enhorabuena. Crece el negocio, crece el equipo y crece la familia. Emprender sin dejar la vida en el intento
Galletas que se elaboran como antaño, a mano, en un obrador de la Txantrea. El local se ubica en lo que desde 1976 fue Pastas Lecumberri, aunque después, en 2022, Sheila lo reformó, le dio su toque personal y ahora resulta realmente acogedor. El aroma atrapa nada más entrar. Estos días se siente la Navidad, por el olor a caramelo y a chocolate caliente, pero también por la sonrisa del equipo. Cinco mujeres, junto a Sheila Millo, la creadora de este negocio con alma junto a Axier González, su marido, que se ocupa de la comunicación y el marketing y que ha conseguido que Cookie Life se conozca hasta en la República Dominicana: “Nos llegó un encargo desde allí, de una madre que le quiso regalar una tarta a su hija que estudiaba en Pamplona. Nos pareció algo tan especial que fuimos nosotros mismos a entregársela”, recuerda Axier, quien añade: “Por cosas como esta merece la pena lo que hacemos”.
2.000 galletas a la semana salen de los hornos de Cookie Life, unas cifras que dicen mucho del éxito que están cosechando. Porque cuando están a punto de cumplir 4 años en febrero, la trayectoria de esta marca pamplonesa ha sido un recorrido vital en todos los sentidos. Creció el negocio y hoy las galletas Cookie Life están en más de veinte cafeterías y pastelerías de Pamplona; se multiplicó el equipo y, junto a Sheila, la repostera mater de la empresa, ahora trabajan en el obrador cinco personas más; e, inevitablemente, ha aumentado la familia de Sheila Millo y Axier González. Entonces, en 2022, la joven pareja pamplonesa justo acababa de casarse, y ahora están a punto de ser 4. Llegó el pequeño Izan, hace dos años, y quedan unos pocos días para el nacimiento de su hermana. Luna no es que vaya a llegar con un pan debajo del brazo, es que viene cargada de cientos de sabrosas galletas.
“Cookie Life no es solo un obrador que crece, es una forma de entender el trabajo sin dejar de lado la vida”
Porque el éxito de Cookie Life ha sido tan fulminante que ni se lo creen. De los 8 tipos de cookies que empezó haciendo Sheila, hoy las vitrinas exhiben 17 especialidades diferentes, la última, “la de albaricoque” y “alguna más nos queda en el tintero, pero no la podemos desvelar todavía”. Además, tres tipos de brownie, amén de minibizcochos y cinnamon rolls, estos últimos los viernes y sábados y con una peculiaridad: “Nuestros cinnamons son especiales, porque van rellenos. No solamente con crema por encima”. Tartas, seis tipos de bizcocho (carrot cake, plátano nueces y chocolate, limón glaseado, limón y arándanos, naranja y chocolate, frambuesas con chocolate blanco) y minitartas de 2-3 raciones de varios sabores, ideales “para un detallico, para tomar con la pareja...”. Los pedidos, a través de su web (cookielife.es). Su Instagram: (obrador_cookie_life) y enlace: https://www.instagram.com/obrador_cookie_life/ ).
A pesar de que no para de con tanto trajín, el obrador de la Txantrea tiene poco de negocio y mucho de hogar. Estos días un pequeño árbol de Navidad recibe a la clientela, que puede sentarse en el sofá a esperar su turno. Como si estuviera en su casa. “Para mí es como mi hogar”, explica Sheila, quien recuerda el reto que ha supuesto levantar su empresa mientras creaba una familia: “Las galletas se horneaban, y yo le daba el pecho a Izan en el sofá”.
En la tienda o te las llevan a casa
Entonces, Cookie Life solo vendía por la web, pero en septiembre de 2024 abrieron también la tienda. “Primero, fue por las mañanas y, desde este año, también por las tardes”. De martes a sábado, que el descanso es sagrado. Llegaron también las entregas delivery (Uber y Glovo). Algo inevitable “Era la forma de llegar a toda la gente, porque hay un público que ve muy lejano venir a la Txantrea. Por eso se las llevamos a casa”. Eso, y las redes sociales, que Axier González (que forma parte también del departamento de comunicación de Osasuna) maneja a la perfección, han sido determinantes. “El negocio de las galletas ha subido como la espuma por aquí, pero realmente obradores artesanos de verdad no somos muchos”.
Sheila explica el secreto para seguir prosperando: “¿Cómo conseguimos diferenciarnos? Calidad. Por la materia prima kilómetro cero, la receta propia y que una a una se hacen a mano. Yo creo que se nota y la gente nos dice que tienen un sabor especial, que se distinguen del resto”. No en vano, entre sus ingredientes cuentan con materia prima de productores locales, como Yogures Aspace y las mermeladas Jan Jam, de la Rochapea.
Todo ello siendo fieles a la filosofía con la que comenzaron: crecer, pero hacerlo al mismo tiempo que crece la familia. Poder tener vida y criar a sus hijos, porque son emprendedores y padres. Algo que ha sido posible también gracias a su equipo de trabajo, formado por profesionales de la repostería con trayectorias muy distintas pero un mismo compromiso con el proyecto. Desde Andrea, repostera peruana con formación y una pieza clave en el día a día del obrador, hasta otras compañeras que han estudiado en escuelas especializadas como el Basque Culinary Center. “Nos apoyamos mucho en ellas; sienten el proyecto como nosotros. La clave ha sido invertir en un equipo sólido para poder trabajar con más tranquilidad”.
Temas
Más en Pamplona
-
Más carbón para el Arzobispado por los bienes inmatriculados
-
La Selección Española Absoluta de Waterpolo Masculino, que entrena estos días en Pamplona, visita la Casa Consistorial
-
Pamplona pone en marcha su Zona de Bajas Emisiones (ZBE): ¿puede tu coche entrar al Casco Antiguo?
-
Pamplona incorpora un nuevo dispositivo tecnológico para ayudar al comercio