Pamplona no multará durante dos semanas en los accesos a la Zona de Bajas Emisiones

Pamplona ha activado este lunes las restricciones para el tráfico rodado en el Casco Viejo, que pasa a convertirse en la primera Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad, por donde solo podrán circular vehículos que tengan los distintos ambientales y los que cuenten con una autorización expresa.

Según las primeras estimaciones, la entrada en vigor de la ZBE va a provocar que aproximadamente 800 vehículos dejen de entrar al Casco Viejo.

El incumplimiento se considerará una infracción grave, que podrá ser sancionada con una multa de 200 euros (100 euros en caso de pronto pago), aunque el Ayuntamiento de Pamplona ha decidido abrir un periodo de prueba y de información de dos semanas antes de comenzar a aplicar las sanciones que establece la DGT.

Los accesos están sujetos a clasificación medioambiental, de forma que pueden circular por la ZBE los vehículos con las etiquetas 0, Eco, B y C, además de los turismos autorizados.

No obstante, existen casos en los que los accesos no están sujetos a distintivo medioambiental. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de ser residente del Sector 1 (Casco Viejo) o del paseo de Sarasate (encuadrado en el Sector 2).

Tampoco deberán llevarlo los vehículos de personas con movilidad reducida ni dependientes, los titulares de plazas de garaje o que vayan a aparcar en un aparcamiento público, los titulares de establecimientos comerciales y hoteleros, los vehículos de emergencia, de obras, mudanzas o reparaciones y el transporte público. Además, tampoco se exigirá cuando se vaya a hacer uso de los apeaderos de las calles Mercado y Juan de Labrit.

Por el contrario, sí están sujetos a las restricciones medioambientales vehículos de carga y descarga de paquetería de hasta 3,5 m3 de volumen de carga (para superiores no será obligatorio), los accesos puntuales de clientes de hoteles sin parking, para el reparto de comida a domicilio y para vehículos que participan en la organización o desarrollo de distintos eventos. Igualmente, se exigirá el distintivo medioambiental para los accesos puntuales que se realizan a las distintas calles del Casco Viejo durante 30 minutos a través de la app Tok Tok.

Respaldo de los comerciantes del Casco Viejo

La asociación de comerciantes del Casco Viejo ha trasladado un mensaje de tranquilidad ante la entrada en vigor hoy de la ZBE, subrayando que, de hecho, no supone un gran cambio pues ya desde 2017 estaba regulado el acceso a ese área de la ciudad mediante las Normas de la Zona de Acceso Controlado.

En un comunicado remitido por la Asociación Casco Antiguo, se subraya que la declaración de ZBE “no supone, en absoluto, un blindaje o bunkerización”, sino al contrario, recoge múltiples supuestos de acceso que no requieren distintivo ambiental, y eso permite compatibilizar objetivos ambientales con el normal funcionamiento de la actividad económica.

Como hasta ahora, los comerciantes recuerdan que los accesos puntuales de los clientes autorizados por los establecimientos comerciales (en el ejercicio de su actividad) quedan exentos de cumplir con la etiqueta o distintivo medioambiental.

En esa consideración entran, como hasta ahora, los casos de clientes que tengan que recoger de los comercios objetos voluminosos o de gran peso, las personas con dificultades de movilidad, viajantes o representantes y un largo etcétera, subrayan los comerciantes que añaden que también vehículos que utilicen los apeadores de Santo Domingo y Labrit quedan exentos de cumplir con la etiqueta medioambiental.

La asociación señala que el mantenimiento de los accesos autorizados por los establecimientos comerciales ha sido posible gracias a las alegaciones presentadas, que fueron aceptadas por el Ayuntamiento.

Un proceso que comenzó en 2017

La nueva ordenanza de bajas emisiones supone una continuación con las medidas que comenzaron a aplicarse en 2017 con la amabilización del centro de Pamplona y el proyecto del corredor sostenible de Pío XII, que supuso un cambio fundamental a la hora de adecuar la ciudad a los criterios medioambientales procedentes de la Unión Europea.

Pese a la frontal oposición de UPN y de una parte de los comerciantes por considerarlo perjudicial para sus intereses, los cambios se han ido consolidando y la aceptación social es un hecho.