Peio Etxeberria puede respirar tranquilo desde la lejanía, mientras cura su mano zurda. Iker Irribarria, que cumplió a las mil maravillas este sábado en el Labrit como suplente de lujo, y Beñat Rezusta amarraron el play-off del Campeonato de Parejas en el frontón Labrit de Iruñea. Lo hicieron ante Unai Laso, manejándose entre tantos estratosféricos y errores en posiciones alejadas, fruto de la ansiedad y la honestidad de su propuesta, y un Iosu Eskiroz que no deja de crecer. El de Makirriain sumó su tercera derrota seguida –de cinco compromisos– como suplente en Primera, pero actuaciones como la de este sábado demuestran que su lugar está arriba. Cayó ante dos pegadores en un duelo de mucho compromiso para un zaguero. Salpicado de cargas de profundidad, el navarro respondió. 

Con todo, la diferencia estuvo en los cuadros alegres, pues Rezusta hizo un encuentro magistral. El zurdo de Bergara rizó el rizo: no cometió un solo error y sumó tres tantos, dejada, atrás y cortada. Cabe destacar cómo desatascó una situación complicada (iban 17-19 tras haber remontado los colorados un 8-15) con un zarpazo al diez y un cortadón con la zurda por la pared desde las tablas de contracancha. Laso metió la mano y no llegó al frontis. Imposible.

Y el abismo se trazó delante no precisamente por la falta de acción del delantero de Bizkarreta-Gerendiain. Todo lo contrario. En su lectura, forzado por las musculosas prestaciones de sus contrincantes –Irribarria se impulsó a base de sotamanos tan brillantes como todo el catálogo de Christie’s y machetazos violentos e imposibles de responder–, se puso el mono de trabajo. Su voluntad es irreprochable. Finalizó el envite con 160 pelotazos, cuarenta por encima de Eskiroz. Bárbaro. Bien es cierto que ese ímpetu favoreció a sus adversarios. Doble filo. Los de Aspe, eliminando a Laso de cerca del frontis, se vieron cómodos. A Unai, activo y protagonista, le pasaron factura los focos. Aun así, era lo que debía hacer: asumir galones, forzar, ahondar en las carencias de sus rivales, poner la música. En el inicio, sumó errores por entrar en posturas demasiadas alejadas. Agresivo. 

Hubo igualdad hasta el 6-6. A raíz de entonces, los campeones de 2017 metieron una marcha más. Iker reafirmó que tiene poder de Primera. En sus dos suplencias ha firmado dos victorias. Trabajo de empresa. 

En el 8-15, Laso ajustó. Y se despertó la fiera. Eskiroz, firme, siguió a lo suyo. El errotarra se revolvió y firmó una andanada a tumba abierta. Chistera. Varita. Genio. Eclipse. El 14-18 fue un gancho bestial desde el cuatro que puso al Labrit de pie. Tres tantos más con su firma compactaron el luminoso. En el 17-18, Irribarria expuso un sotamano atrás y Eskiroz sufrió. Dos tantos de Rezusta rompieron la cita. Un remate de Laso besó la chapa de contracancha para poner el 17-22.