A Unai Laso (Bizkarreta-Gerendiain, 13/5/1997) le dolió más no haber disfrutado de la final que perderla. “Desde el principio ellos han empezado muy bien, mientras que yo no me sentía a gusto en la cancha, no he disfrutado, he acabado desconcentrado, no estaba metido en el partido, he hecho bastantes fallos y eso se ha reflejado en el marcador”, analizó, aunque sin restar mérito a sus adversarios: “Ellos tienen mucho mérito porque han jugado muy bien, sobre todo Zabaleta, que le ha dado mucho a la pelota. Nos han pasado un poco por encima, pero personalmente me quedó mal porque no he disfrutado y no he sacado mi juego y, cuando un pelotari siente eso, no se va a gusto a casa”.

También destacó el campeón vigente del Manomanista de la LEP.M el buen partido de Aitor Elordi, “que ha jugado muy serio, ha atacado más y ha estado muy bien”, aunque terminó insistiendo en su propia actuación: “He regalado mucho y a este nivel es imperdonable”.

Sobre el resbalón que sufrió en el 12-17 y que le obligó a ser atendido en el vestuario por el médico de Baiko, Iñigo Simón, Laso explicó que “me he hecho mucho daño”. “Tuve un resbalón parecido en verano y he sentido el mismo dolor desde el primer momento. Ahora haremos pruebas y a ver qué tengo, pero me duele la pierna y la cadera”, añadió, describiendo que “se me ha ido la pierna izquierda y luego se me ha quedado anclada la derecha”.

Laso no se fue contento con su juego, pero sí con el de su compañero, un Ander Imaz (Oiartzun, 30/12/1994) que se emocionó tras su segunda derrota consecutiva en una final del Parejas: “No creo que juguemos junto otra vez, pero ha sido un placer jugar con Unai”, dijo antes de romper a llorar. “Los dos hemos pasado malos momentos en los últimos años y nadie nos ha regalado nada”, finalizó.

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Las mejores imágenes de la final del Parejas Unai Beroiz / Iñaki Porto