La lógica ha imperado, con mayores o menores matices, en la ronda inaugural del Cuatro y Medio. El torneo de la jaula ha confirmado las tendencias que apuntaban los protagonistas de estos octavos de final. Jon Ander Peña, Erik Jaka e Iñaki Artola, que vienen de hacer un buen verano, e Iker Salaberria, campeón aún en vigor de Promoción, han sido los pelotaris que han logrado el acceso a la liguilla de cuartos. En la cuneta han quedado otros como Danel Elezkano, Iker Larrazabal, Asier Agirre y Mikel Urrutikoetxea, que deberán esperar a una próxima oportunidad para reivindicarse.

Golpetazo de Peña

El golpe en la mesa más sonoro lo dio Peña este domingo en Tolosa al vencer por 5-22 a un Elezkano que apenas compitió. El delantero local era favorito, pero nadie podía esperar semejante paliza. El saque, con el que obtuvo diez tantos directo, fue su arma más mortífera, pero es innegable que Elezkano, negado en el resto, puso de su parte para agudizar el estropicio. Poderoso y decidido en el remate, Peña apenas tuvo que exhibir los progresos acreditados en tareas defensivas. Esa mejora le ha permitido ascender últimamente varios peldaños en el escalafón, una situación contrapuesta a la del vizcaino.

El oficio de Jaka

También Jaka se mantiene aferrado a la ola buena tras una primera eliminatoria del Cuatro y Medio que solventó sin brillantez pero con oficio (22-13), virtud a valorar mucho en el deporte profesional. El de Lizartza se ha pegado un buen baño de autoconfianza este verano, con el subcampeonato de la jaula de San Fermín y el título del Donostia Hiria junto a Mariezkurrena. Falta le hacía a Jaka, que no levantaba cabeza desde aquel pandémico 2020 en el que se coronó como campeón manomanista. Su víctima el pasado sábado fue Iker Larrazabal. La última apuesta de Baiko no ha acabado de cuajar. Tiene cualidades, pero necesita más tiempo. Debe mejorar la selección en el remate y su capacidad defensiva para competir con los primeros espadas.

La librada de Artola

Iñaki Artola fue el que peor lo pasó para lograr el billete a cuartos. Al de Alegia, consciente de lo que se jugaba con la renovación de su contrato con Baiko pendiente, le pudo la tensión cuando ganaba por 15-7 a Agirre y fue incapaz de frenar la reacción de su rival. Al final, le salió cara en la moneda al aire que supuso el 21 iguales y respiró aliviado. Habría sido un manchón muy importante tras un verano en el que, pese a haber quedado fuera del escaparate de las grandes ferias, ha hecho méritos más que sobrados para haber gozado de un mayor protagonismo.

Salaberria, la juventud al poder

El resultado que más ha chirriado de esta primera ronda, en términos de lógica deportiva, ha sido la derrota de Urrutikoetxea frente a un debutante como Salaberria. Más allá de lo que habría podido suceder de no haber mediado la lesión muscular del vizcaino justo cuando la contienda se equilibraba -llegó a empatar a 10-, no cabe duda de que la progresión del joven goizuetarra (24 años) contrasta con la deriva de un Urruti (34) que, por un cúmulo de adversidades, lleva tiempo alejado de su mejor versión, la del campeón de las tres modalidades que es.