Peio Etxeberria señala su mano derecha. El dorso sigue hinchado. La incertidumbre continúa rondando su presencia en la sexta y séptima jornadas del Campeonato de Parejas. La resonancia arrojó resultados positivos para sus intereses, ya que evita la fractura en el nudillo con el que golpeó el murete de las butacas de contracancha del Labrit de Iruñea, pero el corte sigue fresco. Y los puntos de sutura, también. 

Cualquier paso en falso puede acabar en una brecha mayor y arrastrar durante más tiempo una herida en una zona peliaguda, pues es donde se agarra el esparadrapo de los tacos. Además, para más inri, sus compromisos están fechados este viernes por la noche y este domingo a primera hora de la tarde. Poco tiempo. “Los puntos están ahí. No quiero estar sangrando continuamente. Mi intención es que se cierre bien. En principio, la herida estaría fresca para el viernes”, relata el delantero de Zenotz. Se citó este miércoles con su compañero José Javier Zabaleta en las elecciones de material de ambas contiendas, en Sestao y Tolosa, pero sigue emplazando su decisión a la prueba de este jueves por ser la fecha más cercana al duelo. Trata de apurar plazos. No quiere precipitarse. 

Eso sí, lo tiene claro. “No voy a arriesgar”, dice el puntillero de Ultzama, que en próximos compromisos tratará de controlar mejor las pulsaciones. “Ahora lo tengo bien, aunque bastante hinchado, pero el impacto de la mano con la pelota es otra cosa. Al final, cuando sabes que no hay fractura, lo tomas todo con más tranquilidad. A ver cómo sale la prueba”, esgrime el navarro, quien agrega estar, incluso, “contento”. “Estoy con ganas, pero no voy a adelantar nada. Aunque me sienta bien, la sensación del golpeo es totalmente diferente”, analiza el finalista del Cuatro y Medio. 

Peio Etxeberria y José Javier Zabaleta, en la elección de Sestao. Borja Guerrero

La preocupación de Peio ha variado. La clave son los puntos de sutura y no forzar. El trecho que queda es largo. Maratón. Mirada larga. “No tiene sentido arriesgar”, admite, lacónico. Llevan cinco partidos –cuatro victorias– y queda más de la mitad de la fase regular del Parejas por delante (nueve encuentros), más un hipotético play-off que podría alargarse a los dos choques, los tres de la liguilla de semifinales y la final. Es decir, entre nueve y quince partidos. Toda una vida. “Esto es muy largo y nos queda mucho camino. Tampoco estamos mal en la clasificación. Si fuera a vida o muerte, saldría seguro. Si veo que dos días de espera me van a ir mejor, aguardaré hasta este domingo”, reitera.

“Cambia el partido”

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Respecto a la incertidumbre de Etxeberria, José Javier Zabaleta, su compañero, resalta que “veremos si Peio puede hacer una prueba en condiciones y se puede quedar a gusto. Si puede venir a Sestao o a Tolosa, genial. Si tiene que participar otro compañero, esperamos hacer un buen partido”. Hasta el momento, el suplente en la delantera de Aspe era Danel Elezkano, pero Javier Zabala lleva un crecimiento terrible y se ha ganado el hueco en la cancha. No sería descabellado que la firma le diera la alternativa.

Jon Ander Peña, por su parte, reflexiona que “si no está Peio, cambiará bastante”. “Zabaleta juega mucho y con cualquier compañero hará un gran encuentro. Estamos mentalizados de que va a jugar y que va a salir al cien por cien. Hemos preparado el partido con Peio”, finaliza el tolosarra.