21-14, aplausos en Atarrabia y... falta de saque de Erik Jaka, la tercera en su cuenta particular. Emoción. El manista de Lizartza se resigna después de haber mandado por 8-2 y 11-4. A Peio Etxeberria le toca bailar en el filo del cristal, como el funambulista sin red. Ruleta rusa para cerrar un partido complicado. El de Lizartza sufre, pero se mete el 22 al bolsillo. Suma su primer punto de la liguilla de cuartos de final del Cuatro y Medio y evapora el fantasma de Peio, que le había ganado las dos últimas veces en la jaula. Una buena cosecha para Erik en un estreno en una especialidad en la que aterrizó este viernes con dos semanas de preparativos.
Cabe destacar que Jaka llega al acotado después de haber exprimido el verano hasta la última gota y brindar en su epílogo con el trofeo de San Mateo. No obstante, la clasificación para las semifinales de 2024, que le otorgó la condición de cabeza de serie para la presente edición, le ha permitido margen de maniobra.
Emoción final
Erik dominó con pulso los primeros compases del partido que abría la ronda de cuartos de final con una actuación solvente contra un rival romo, al que le costó ser él mismo. Desnivelada la contienda desde el descorche, Erik trabajó a favor de obra y remó con el viento en la nuca. El remate de Jaka subió enteros en el suelo rápido del Lorenzo Goikoa de Atarrabia.
Peio se agarró al partido gracias a unos cuantos errores del lizartzarra en la segunda mitad. El de Zenotz se acercó hasta el 11-9 con una tacada de cinco tantos. Al primer descanso largo se llegó 12-10. Erik amplió el abismo hasta el 19-13 y 21-14. Fue entonces cuando cometió la falta. Etxeberria cosió la herida (21-18). Un espejismo. 22-18. Acabó exhausto en la orilla.