pamplona - Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos y hasta ahora secretario de Programa y Proceso Constituyente, presentó ayer su dimisión al líder de la formación, Pablo Iglesias, y abandonó la dirección del partido después de haber criticado algunas de sus estrategias políticas. En un acto del partido en Madrid, Pablo Iglesias confirmó que había aceptado la renuncia de Monedero, una vez que ha concluido sus obligaciones con la elaboración del programa del partido, y le agradeció su labor. La dimisión de Monedero (Madrid, 1963), una de las figuras más importantes en el nacimiento de Podemos, llega después de que él mismo criticara ayer en una entrevista radiofónica que su partido se parezca a veces a aquellos a quienes pretendía sustituir, al tiempo que confesó sentirse “totalmente engañado y traicionado” por la concepción general de la política. Según su cofundador, Podemos ha caído en la “partitocracia” porque da más importancia, dijo lanzando un dardo a Iglesias, a “un minuto en televisión” que a dedicar tiempo a las bases,
A una semana del comienzo de la campaña electoral para las autonómicas y municipales del 24M, Monedero dio un paso atrás tras la polémica que suscitaron sus trabajos de asesoría para Venezuela y otros gobiernos latinoamericanos, por los que recibió unos 425.000 euros.
“Le he presentado a mi amigo Pablo la dimisión en la dirección. Siguen firmes mi amistad con alguien tan grande y el compromiso con Podemos”, afirmó en Twitter el hasta ahora número 3 de la formación, que siempre ha defendido la vuelta a los orígenes del partido, y que ya había manifestado su deseo de regresar al debate intelectual, al contacto con los círculos y a sus clases en la universidad.
“Quizás Juan Carlos no es un hombre de partido, es un intelectual que necesita volar”, dijo el secretario general de Podemos tras admitir que formar parte de los órganos de dirección de una formación política no es siempre compatible con poder extender “las alas”. Iglesias explicó que ambos han estado de acuerdo en eso y en que seguirá trabajando en Podemos fuera de la dirección sin “la presión” y “sin la losa de las responsabilidades orgánicas”.
“La amistad y la colaboración continúa”, subrayó Iglesias, quien a preguntas de los periodistas admitió que no comparte algunas de las reflexiones de Monedero, “pero eso no cambia”, dijo, que sean “enormemente valiosas”. “El aguijón crítico de Monedero es imprescindible para mí y para nosotros como formación política. Necesitamos ese aguijón y a Juan Carlos volando y con mucha más libertad para hacer lo que hace mejor y poner el dedo en la llaga”, añadió. No obstante, admitió que puede haber cierta amargura en las críticas que ha vertido Monedero, pero agregó: “También suenan amargas mis palabras cuando hablo de su dimisión”. En esa misma línea, el líder de Podemos admitió que, igualmente, él siente “cierta nostalgia” de la época en la que trabajaban juntos en proyectos más pequeños.
verso díscolo Nostalgia porque si Pablo Iglesias ha sido siempre la cara y la voz del proyecto, Juan Carlos Mo-nedero ha ejercido de verso díscolo. Este exasesor de Hugo Chávez y de Gaspar Llamazares, de 52 años, vinculado en sus inicios al PSOE y después a IU, es profesor funcionario en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense. En este campus -donde también Carolina Bescansa e Iglesias imparten clases-, Monedero gestó en el campus un partido heredero de las ideas del 15-M, capaz de canalizar el descontento de los indignados. Admirador de Antonio Gramsci, el exdirigente de Podemos se distinguió siempre por su gran capacidad oratoria, su lenguaje cercano y su capacidad para conectar con el público. En sus mítines y ponencias abundaban los chascarrillos y los chistes.
En las últimas semanas, el profesor universitario había salido de la primera línea de la política. Tuvo que ofrecer una rueda de prensa para dar explicaciones sobre su asesoría a varios Gobiernos latinoamericanos, por la que cobró 425.000 euros y que facturó a través de una sociedad unipersonal. Y, en varios foros, sugería su hartazgo por su exposición pública, e insinuaba sus intenciones de volver a dedicarse más a sus labores de profesor.
Ya en junio de 2014, en un semisótano de Legazpi y ante un centenar de simpatizantes, Monedero alertó: “Podemos corre el riesgo de convertirse en el 15-M, que era profundamente democrático pero también profundamente inoperativo”.
El número dos y director de la campaña de Podemos, Íñigo Errejón, le agradeció “el valor y la resistencia” que ha demostrado y aseguró que seguirán “construyendo juntos el cambio político, codo a codo”, mientras que el secretario de Organización, Sergio Pascual, afirmó que su presencia como militante de base puede ser más útil al partido que una tarea “que te encierra en la oficina y requiere un enorme caudal de tiempo”.
Sus adversarios políticos aprovecharon la ocasión para incidir en las críticas que ayer por la mañana había expresado Monedero, entre ellos la candidata del PP a la Alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, que aseguró que Podemos es “ya” es el partido que más y mejor representa a “la casta”. En esta línea, el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva (PP), dijo que “lo de la casta se lo van a tener que mirar en el espejo”. “Bien empezamos” si “cuando han dado dos pasos adelante se empiezan a engañar entre ellos”, declaró.
El presidente de Ciudadanos (C’s), Albert Rivera, evitó comentar directamente la salida de Juan Carlos Monedero de Podemos pero vinculado la decisión con su subida en las encuestas, que ve “proporcional a la bajada” del partido morado. - D.N.
Las dos caras de podemos
Debate. La secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, dijo ayer que no se alegra de la dimisión de Juan Carlos Monedero y defendió que Podemos es un espacio con debates internos. Se refería, dijo, a que “hay una discusión desde la formación de esta fuerza política entre dos caras, una relacionada con la movilización en las plazas, en los espacios del 15M, y otra, la voluntad para construir una herramienta electoral para que desde los parlamentos y las instituciones” se pueda para dar soluciones a los problemas de los ciudadanos. Y es en esa “tensión”, explicó Rodríguez, es donde se producen debates “sensatos y razonables”.