uharte-arakil - Por unas horas, el monasterio de Zamartze dejó de ser sólo una de las muestras arquitectónicas más privilegiadas del románico de La Sakana. Porque ayer la ermita de Santa María, levantada en el siglo V sobre un antiguo cementerio romano que antes fue vascón, fue también un “espacio de encuentro entre víctimas sin distinción”, al acogió la conferencia Justicia y perdón: una meta y un anhelo. Una serie de charlas y ponencias organizadas por el Arzobispado, y en las que participaron Mikel Garciandía, capellán de San Miguel; Fernando Rey, miembro de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Navarra; e Iñaki García Arrizabalaga, víctima de la violencia de los Comandos Autónomos y miembro de Eraikiz. Las ponencias alternaron las líneas de actuación futuras en pos de restañar las heridas creadas por el conflicto y los testimonios personales. Algo necesario a juicio de Rey, quien consideró que “todas las iniciativas que lleven a fomentar una cultura de paz y convivencia” son positivas.
Y por eso el guión de ayer tenía previsto un encuentro entre Itziar Zabalza, hermana de Mikel Zabalza, muerto a causa de las torturas que sufrió en un interrogatorio en la comisaría de Intxaurrondo, y Reyes Zubeldia, viuda del concejal de UPN asesinado por ETA en 2001. Sin embargo, poco antes de comenzar la primera de las ponencias, Mikel Garciandía excusaba la ausencia de Reyes Zubeldia debido a una indisposición de última hora. Iñaki Iriarte, parlamentario foral de UPN, asistió como público a título particular.
No obstante, tanto Itziar Zabalza como Reyes Zubeldia hicieron llegar un texto firmado por ambas en el que resumían el “sufrimiento desgarrador” por el que han pasado. “Desde el desgarro queremos expresar ante la sociedad, con todo convencimiento, que son dos muertes totalmente inútiles, ya que no han contribuido a nada edificante”, subrayaron. Por último, el texto recogía una serie de rechazos por parte de Itziar Zabalza y Reyes Zubeldia, quienes recogieron en el texto su intención de “no caer en el rencor”.