Pamplona - Amnistía Internacional ha constatado sobre el terreno que la Policía Nacional y la Guardia Civil usaron la fuerza de forma “excesiva y desproporcionada” contra personas que se resistían “pasivamente” a la orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de impedir el referéndum. Aunque la Policía y la Guardia Civil han sido “claramente obstaculizadas en el ejercicio de sus funciones” en numerosos centros de votación, el director de Amnistía en España, Esteban Beltrán, cree que “estos actos deben ser investigados” y sus responsables llevados ante la justicia. Por ello, exige que se abra con urgencia una investigación “exhaustiva, inmediata e imparcial por parte de las autoridades españolas sobre el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza” por parte de los cuerpos de seguridad, destacó.

La organización de derechos humanos envió hace unos días una delegación de cinco personas para monitorear la situación en Catalunya, y este fin de semana ha visitado numerosos centros de votación, donde ha recopilado diversos testimonios y declaraciones. De lo visto el domingo, Amnistía asegura que policías y guardias civiles “hicieron un uso desproporcionado de la fuerza” en muchos casos y emplearon de forma “peligrosa e inadecuada” material antidisturbios, como pelotas de goma.

Así, en la calle Sardenya con calle Diputació, en Barcelona, dos observadores de AI “fueron testigos de la carga policial de los agentes” que intentaban abrirse paso después de que un grupo de manifestantes se sentasen en la calle con objeto de impedir el paso de furgones tras su intervención para requisar las urnas. Casi a la media hora de ser bloqueados por los manifestantes, relata AI, los agentes se abrieron paso “golpeando” a los congregados con sus defensas de goma, y algunos dispararon cartuchos de fogueo, lo que provocó que la gente empezara a dispersarse. Los agentes dispararon en su retirada pelotas de goma a escasa distancia de los manifestantes que corrían detrás de ellos, hiriendo al menos a dos personas, una en la pierna y la otra en el ojo derecho, lo que requirió que fuera intervenida quirúrgicamente.

Según imágenes aparecidas en medios de comunicación, algunos policías golpearon a personas “indefensas sin que hubiera ninguna amenaza aparente”, como fue el caso de un agente que pegó a una mujer en el cuello y la cara en al menos dos ocasiones “sin que medie aparente provocación”. Otras imágenes desvelan a un agente de la Policía golpeando a un hombre con un puñetazo en la cara que también se encontraba frente al colegio, o a un guardia civil pegando con sus defensas de goma en la cara de algunos manifestantes que rodean el centro de votación en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona).

Ante todo ello, AI recuerda que mientras los participantes de una reunión o manifestación no opongan resistencia violenta a la policía, ésta no puede usar la fuerza, que debe ser la “mínimamente necesaria y siempre proporcionada”.

La Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) expresó su “firme rechazo” a la actuación policiales. “En un estado democrático y de derecho resulta inadmisible cualquier actuación desproporcionada por parte de las fuerzas policiales contra la ciudadanía”, resaltó. - D.N.