BARCELONA. El exconseller Jordi Turull ha renunciado hoy a ser candidato a la investidura y el número dos de JxCat, Jordi Sànchez, ha aceptado volver a ser aspirante a la presidencia de la Generalitat, como ha propuesto el expresidente catalán Carles Puigdemont.
Turull, en prisión preventiva, ha trasmitido una carta al presidente del Parlament, Roger Torrent, anunciando su renuncia a ser candidato, mientras que Sànchez, también preso, ha dirigido otra misiva al grupo parlamentario en la que indica que proponer su investidura es "una decisión justa jurídicamente y necesaria políticamente".
Sànchez ha señalado que, tras la admisión a trámite de su demanda por parte del Comité de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, "es evidente que el Estado español no tiene otra opción" que respetarla.
"No hacerlo sería un escándalo jurídico mayúsculo y evidenciaría nítidamente ante las Naciones Unidas aquello que hace tiempo que denunciamos: que el Estado español no es una democracia consolidada, que los derechos políticos de los adversarios políticos del Gobierno español son vulnerados", ha añadido.
Según Sánchez, el Comité de Derechos Humanos "abre un resquicio y una garantía para poder convocar un pleno de investidura", en el que, ha aseverado, él tiene "plena disposición a afrontar", si así lo suscriben sus compañeros del grupo parlamentario de JxCat.
El exlíder de la ANC agradece la "generosidad" de Turull y su "coraje" por presentar su candidatura a la investidura "en un momento crítico políticamente y personalmente", el día antes de ser "injustamente encarcelado".
Turull, por su parte, en la misiva dirigida a Torrent desde Estremera (Madrid), ha anunciado que retira su candidatura "de manera provisional", después de que solo se pudiera celebrar la primera votación de su investidura, que fue fallida, el día antes de su reingreso en prisión, por orden del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.
El gesto de Jordi Turull permite proceder a la investidura de Sànchez, en lo que sería, según describe el exconseller, "un acto de justicia".
En sus respectivas misivas, Turull y Sànchez abonan la estrategia que también ha formalizado hoy en otra carta el líder de JxCat, Carles Puigdemont, quien ha pedido exigir al Estado que permita ahora la investidura del exlíder de la ANC atendiendo a las "medidas" planteadas por el Comité de Derechos Humanos de la ONU en defensa de sus "derechos políticos".
En la misiva, defiende que la resolución del Comité de Derechos Humanos de la ONU sobre Sànchez es un aval a la investidura: "Hacerlo --proceder a su investidura-- es un acto de justicia que reparar el daño causado por los poderes del Estado español".
La carta del expresidente está fechada desde la cárcel de Neumünster, en Alemania, donde se encuentra privado de libertad y a la espera de que la justicia alemana decida si lo extradita o no a España en las próximas semanas.
SEGUNDO INTENTO Los grupos independentistas ya intentaron la investidura de Sànchez hace más de un mes, pero finalmente lo descartaron porque el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, le denegó tanto su puesta en libertad como un permiso para salir de la cárcel y acudir al pleno.
Sin embargo, JxCat considera que ahora sí puede intentar la investidura de nuevo porque desde entonces ha habido una novedad: una resolución de este Comité de la ONU que, en palabras de Puigdemont, supone que el Estado tiene que "garantizar a Sànchez el ejercicio en plenitud de sus derechos políticos".
"La resolución que afecta a Sànchez fue emitida con una celeridad extraordinaria, sin duda a causa de la gravedad de los hechos y la irreversibilidad de la vulneración de sus derechos en el caso que este proceso se alargara excesivamente", concluye el expresidente en la carta.
Para el expresidente catalán esta resolución es una oportunidad sin precedentes para defender la causa soberanista "a nivel internacional", y pide exigir al Estado que cumple con lo dictaminado por el Comité de Derechos Humanos.
"Ya que el Estado no se comporta de forma democrática por propia voluntad, al menos que responda a las instancias internacionales que tiene la obligación de obedecer, en virtud de los acuerdos firmados" por España, sentencia el expresidente.
Puigdemont contempla que el Estado no cumpla con la resolución del Comité, pero añade que, si es así, "demostrará una vez más que es capaz de cualquier cosa para alterar el normal funcionamiento de la democracia en Cataluña".
LA POSICIÓN DE ERC Tras fracasar la investidura de Turull por la falta de apoyo de la CUP y su posterior entrada en la cárcel, fuentes de ERC ya se mostraron partidarias de intentar de nuevo la investidura de Sànchez considerando que, en virtud de la resolución del Comité, es la que tiene más posibilidades de prosperar.
El expresidente también expresa en la carta su compromiso con la formación de un Govern que permita "desplegar el mandato de las urnas del 21 de diciembre", y por lo tanto, evite la celebración de otras elecciones en verano.
En la carta, que firma como 'presidente de la Generalitat de Cataluña', Puigdemont alude a su situación de encarcelamiento y se dirige así a sus compañeros de grupo: "Extraño poder hablaros directamente y el intercambio de vuestras reflexiones, pero siento vuestro respaldo y apoyo".
PUIGDEMONT DELEGA EL VOTO El pleno del Parlament ha rechazado hoy, con el voto delegado por primera vez de Carles Puigdemont, exigir al presidente de la cámara catalana, Roger Torrent, que comparezca "urgente e inmediatamente" para proponer a un candidato "viable" a la investidura de un nuevo presidente de la Generalitat.
La propuesta de resolución la había presentado el grupo de Ciudadanos, que exigía a Torrent "poner fin de inmediato a la situación de bloqueo de las instituciones de Cataluña que sus decisiones han supuesto en perjuicio de los ciudadanos".
La resolución, defendida por la propia líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, desde el atril del hemiciclo, denunciaba que Torrent "está desatendiendo su deber institucional de promover una candidatura viable a la presidencia de la Generalitat, bloqueando de esta manera el Parlament".
Por ello, Ciudadanos solicitaba a Torrent que compareciese de inmediato ante el pleno para "comunicar pública y transparentemente al conjunto de diputados su elección de un candidato viable" o bien "su imposibilidad para hacerlo", permitiendo así "un debate público y transparente, en el que todos los diputados democráticamente elegidos por los ciudadanos puedan participar".
La propuesta ha sido rechazada, con 40 votos a favor -de Ciudadanos y PPC- y 94 votos en contra -de JxCat, ERC, el PSC y los comunes-, incluidos los votos delegados de los seis diputados presos.
Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull han delegado su voto en la portavoz parlamentaria de JxCat, Elsa Artadi, mientras que Oriol Junqueras y Raül Romeva han podido votar a través del portavoz de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià.