pamplona - Como era previsible, la Mesa del Parlamento de Navarra solicitó ayer a los letrados y técnicos de la Cámara que elaboren un documento que aclarare la situación en el grupo parlamentario Podemos-Ahal Dugu-Orain Bai. Un informe con claros efectos retardantes: Con la ambición de ganar tiempo y desenredar el último episodio de embrollo parlamentario que vive la institución tras el escrito presentado por Carlos Couso el pasado 20 de diciembre, miembro de Orain Bai, en el que comunica la expulsión de sus otros tres compañeros representantes de Podemos y las alegaciones posteriores de estos últimos de revocar esa decisión y que sean expulsados los “expulsadores”.

El presidente de UPN, Javier Esparza, ya anunció ayer mismo que no está de acuerdo con esta decisión de la Mesa de solicitar un informe y que su partido lo recurrirá ante la Junta de Portavoces. El recurso será presentado en sesión de la Junta y posiblemente se aprobará por la mayoría que suman repentinamente UPN, PSN, PPN y los votos de los críticos de Podemos, interesados en expulsar a sus compañeros. Pretenden así los regionalistas precipitar los acontecimientos y atrompicar más la labor parlamentaria en estos últimos meses de legislatura. Sea cual sea el resultado y el contenido de ese informe, su solicitud logrará postergar al menos unas semanas más la decisión que deberá tomar tarde o temprano la Mesa del Parlamento - órgano que en esencia, dirige, organiza y administra la actividad de la Cámara- sobre la ruptura definitiva del grupo parlamentario de Podemos y la expulsión o no de la propia presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez. “Planteamos tiempo para tomar una decisión que sea la correcta”, expuso claramente Adolfo Araiz, de EH Bildu. “No se puede aplicar el reglamento de forma mecánica”, señaló el parlamentario abertzale. A su juicio, “lo que la Mesa no podía hacer hoy (por ayer) es que se destituyera a la presidenta” de la Cámara. “Pedimos retirar el escrito de expulsiones”, dijo, que “no tienen efecto mientras la Mesa no lo tome en consideración”.

Y efectivamente, al no tomarse en consideración de forma inmediata, ayer se dieron un poco oxígeno y se compraron un pequeño plazo de tiempo para retrasar un escenario en el que, además al dividirse el grupo de Podemos-Orain Bai a falta de dos meses para el fin de la legislatura, se modificarían las apuradas mayorías en las comisiones y desequilibraría las fuerzas que hasta ahora se imponían en el hemiciclo, con 26 votos del cuatripartito (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Orain Bai e I-E) y 24 de la oposición (UPN, PSN y PPN).

Desde el propio cuatripartito tratan así de apaciguar ánimos y que las dos facciones enfrentadas en Podemos-Orain Bai reconduzcan la situación, algo que no parece factible tras los desacuerdos del pasado fin de semana. “Acuerdos entre las partes que permitieran defender lo importante: el cambio político y social de 2015”, explicó Araiz, que incluso se permitió parafrasear con cierta guasa a los hermanos Marx y su parodia surrealista del lenguaje administrativo de las “partes contratantes” para criticar que Carlos Couso, Laura Pérez, Fanny Carrillo y Rubén Velasco -los díscolos de Podemos-Orain Bai- cambiasen de criterio del viernes al lunes y planteasen condiciones “inasumibles para cualquier persona normal” como la renuncia de la presidencia del Parlamento por parte de Ainhoa Aznárez. “Son condiciones imposibles, es un diálogo de sordos”.

Ante estos requerimientos, el portavoz de Podemos-Orain Bai, Carlos Couso, confirmó su posición y que mantiene su escrito para expulsar del grupo a los tres parlamentarios de Podemos -Mikel Buil, Tere Sáez y Ainhoa Aznárez-, y aseguró que también le “preocupan mucho las mayorías” en el Parlamento, pero que han “hecho todos los esfuerzos, hemos aguantado carros y carretas, y ya está bien de ver en las redes sociales gente pagada para insultarnos”. Couso justificó la actuación de Orain Bai en esta crisis, en la que han “defendido el trabajo del grupo, boicoteado” por su propio partido, y recordó que Podemos mantiene bloqueadas las cuentas con 300.000 euros que ellos hubieran destinado a pagar asesoramiento jurídico necesario para plantear sus iniciativas “con dignidad” y que, al no haber podido usar, incluso podrían “renunciar” al mismo, lo que demostraría que no se trata de una pugna por dinero. “Hay una solución para mantener las mayorías, que es que la presidenta del Parlamento renuncie a su cargo”, comentó.

Al final, todo sigue igual. El año comienza como terminó. El Parlamento de Navarra reanudó ayer su actividad y Ainhoa Aznárez sigue así siendo presidenta del Parlamento. - D. Burgui

20 de diciembre 2018. Tras la aprobación de los Presupuestos para 2019, el parlamentario crítico de Podemos-Orain Bai, Carlos Couso, registró un escrito de expulsión de su grupo parlamentario de sus compañeros Mikel Buil, Tere Sáez y Ainhoa Aznárez.

4 de enero de 2019. Aparentemente, los críticos aceptan revocar la expulsión de sus compañeros a cambio de crear dos agrupaciones distintas dentro del grupo, reparto de portavocías, reparto de asistentes del grupo parlamentario y, lo que suponía la principal novedad, estar dispuestos a que el dinero asignado al grupo parlamentario quedara bloqueado.

8 de enero de 2019. Desde las 8 de la mañana, reunidos con los socios del cuatripartito y el sector oficial de Podemos, los críticos de Podemos-Orain Bai se desdicen y afirman que el dinero no es el problema pero exigen la dimisión de la presidenta, Ainhoa Aznárez.