pamplona - El debate sobre el autogobierno genera tantas contradicciones dentro de la coalición Navarra Suma -compuesta por UPN, PP y Ciudadanos- que el partido de Esparza cortó ayer las preguntas de este medio sólo para evitar que Miguel Gutiérrez, diputado y secretario de Ciudadanos en el Congreso y responsable del área de Interior, pudiese seguir abundando en los ataques al régimen foral y el Convenio Económico que ya han exteriorizado los dirigentes naranjas Luis Garicano (“El Convenio no es transparente y todos los territorios tendrían que tener el mismo régimen”), Francisco de la Torre (“El Convenio es opaco e insolidario”) o Toni Cantó (“Navarra es una comunidad privilegiada y gracias al pacto con UPN ahora será solidaria”), tras el acuerdo electoral firmado con UPN y PP.

Gutiérrez, preguntado por la propuesta electoral de su partido de que sea la Airef (un órgano creado por el Gobierno central en 2013) la que fije la aportación de Navarra al Estado, se remitió al acuerdo firmado por Esparza y Rivera con la ambigua respuesta de que Ciudadanos cumple “lo que dice y lo que firma”. Ambigua porque, en este caso, lo que dicen los dirigentes del partido y lo que firman es absolutamente contradictorio.

Pero fue lo único que pudo responder, porque el director de campaña de Sergio Sayas, Fermín Alonso -concejal de UPN en Pamplona- interrumpió la rueda de prensa al considerar que ya se había cumplido el cupo de preguntas sobre el Convenio, un pilar esencial del autogobierno navarro cuyo encaje en la coalición genera dudas objetivas, a juzgar por las declaraciones de los altos cargos de Rivera.

Eso sí, en el tiempo en el que Miguel Gutiérrez pudo contestar sobre otras cuestiones dejó claro que no están a favor de que Navarra asuma la competencia de Tráfico porque “la transferencia de competencias no debe negociarse con cada territorio, sino como parte de un proyecto común”. Algo que al margen de ir contra el espíritu del estado autonómico -llegó a decir que las transferencias son “privilegios”- contradice una petición que Miguel Sanz ha enarbolado desde 1996, y que hoy UPN quiere a medias, porque aspira a que en el traspaso la Guardia Civil siga prestando el servicio en detrimento de la Policía Foral. Por último, y aunque fuese algo de esperar, Gutiérrez prometió que Ciudadanos derogará la Ley de Abusos Policiales de Navarra, aprobada por el Parlamento foral a finales de marzo, en cuanto tengan cuota de poder.

Gutiérrez, que fue número 4 de Rivera en las listas por Madrid para la cita electoral del 26 de junio de 2016, se salió por la tangente cuando se le instó a explicar por qué la Airef tiene que fijar la aportación, y si eso no rompe la bilateralidad que confiere a Navarra el Amejoramiento. “Lo que hemos firmado con UPN está muy claro, y Ciudadanos cumple lo que dice y lo que firma”. Repreguntado, entonces, sobre por qué el programa electoral de Ciudadanos contradice el acuerdo con Esparza, Gutiérrez dio una respuesta curiosa: “Los programas electorales son genéricos, y el acuerdo prevalecerá sobre el programa”. Algo que, de entrada, no deja tampoco en buen lugar la oferta política naranja. Sobre si la aportación es opaca, Gutiérrez invocó la vacía fórmula de que “cuanto más transparente sea mejor para todos”. Y ya no pudo contestar sobre las acusaciones de insolidaridad porque Alonso, un poco brusco, interrumpió las preguntas para exigir a los periodistas que preguntasen “cosas nuevas”, porque se estaba reincidiendo mucho a su parecer. Un gesto poco habitual y que denota que UPN está incómodo respondiendo sobre un tema del que hasta hace no mucho hacían bandera.