El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) sentenció ayer que colgar en el balcón de la Generalitat una pancarta en favor de la libertad de los presos del 1-O, como hizo el president inhabilitado Quim Torra en 2019, es un acto con “finalidades partidistas” y que no está amparado por la libertad de expresión, tal y como defendía Torra.

En su fallo, el Tribunal Superior catalán estima por tanto el recurso que la Asociación Impulso Ciudadano presentó en septiembre de 2019, y que provocó en su momento la retirada cautelar de la pancarta.

En contra de lo que alegó el Govern, el tribunal sostiene que Torra podía usar su derecho a la libertad de expresión “en todos los foros y formatos a su alcance”, pero lo distingue de este caso, señalando que la fachada del Palau de la Generalitat es un bien público del que como president hizo “un uso partidista”.

El tribunal se atreve incluso a sugerir que pudo haber ciudadanos catalanes “afectados” por la presencia de la pancarta en el balcón de la Generalitat. Así, asegura que las personas que no compartan el texto y el lazo amarillo “pueden considerarse legítimamente afectados por tal actuación, contraria al principio de objetividad y de neutralidad institucional”.

En la misma línea, el TSJC remarca en el fallo que que colgar la pancarta supuso el uso “con finalidades partidistas, por cuanto los símbolos ideológicos utilizados tan sólo son compartidos por una parte de la ciudadanía, de la fachada de un edificio de titularidad pública como es el Palau de la Generalitat”.

El tribunal estima solo en parte el recurso de Impulso Ciudadano, y rechaza la parte que se refiere a la última pancarta que colgó Torra -con el texto Libertad de opinión y de expresión- porque la colocó después de que la entidad presentara el recurso. Además, los jueces recuerdan que la Junta Electoral consideró “inocua” esta pancarta.

La sentencia incluye el voto particular de uno de los jueces, que recalca que cuando se presentó el recurso no había ningún proceso electoral en marcha, por lo que la pancarta no podía ser partidista.