Al PNV le preocupa la situación de inestabilidad en el Estado y que, en este río revuelto, la ganancia se la lleve la ultraderecha de Vox, un partido al que ve como un peligro para la democracia. En un desayuno organizado por el Fórum Europa Tribuna Euskadi, el presidente de la Ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, ha lanzado este miércoles dos mensajes claros en este sentido.

Por un lado, previno al presidente español, Pedro Sánchez, para que no caiga en la tentación de convocar un adelanto electoral para el mes de junio aprovechando la debilidad del PP, porque "el gran triunfador no sería Sánchez, sino que lo sería Vox". Además, supondría un "grave error" perder otro año cuando hay que gestionar los fondos europeos para la recuperación económica. Casi al mismo tiempo, Sánchez volvía a descartar ese adelanto.

Al PP, que preparaba ya el relevo de Pablo Casado, Andoni Ortuzar le pide que vuelva a ser "un dique de contención" contra la ultraderecha y la lleve a posiciones irrelevantes; y espera que el nuevo PP se rearme, abandone las posiciones "hipercentralistas" y tenga una actitud más comprensiva con Euskadi y Catalunya en lugar de practicar la "negación" de esas naciones.

LA 'VÍA FEIJÓO'

Apostó por un PP "fuerte" para vaciar a Vox. Sin conocer aún los próximos pasos de los populares, Ortuzar confió en un cambio de rumbo en Génova, ya fuera capitaneado por Alberto Núñez Feijóo o por quien fuera. Con el presidente gallego, no obstante, es de sobra conocido que el lehendakari Urkullu mantiene una relación muy fluida. Con él se puso de acuerdo para fijar la fecha de las elecciones vascas y gallegas en 2020 en un momento valle de la pandemia, y en el pasado colaboraron en la defensa de los astilleros en Europa. Feijóo puede presumir de haber frenado a Vox en el Parlamento gallego, pero también de tener una relación fluida con el PNV pese a las discrepancias políticas. En 2018 estaba llamado a liderar el PP pero dio un paso atrás, y se abrió una etapa de normalización de las relaciones con Vox y un discurso radicalmente centralista.

El jeltzale no quiso entrar demasiado en la crisis del PP por respeto a su situación y por empatía tras la escisión que sufrió el PNV aunque, cuando se le preguntó si el ascenso de Feijóo puede conducir a que las relaciones con su partido mejoren, confió en que un Feijóo moderado pudiera ser más sensible con Euskadi y Catalunya que otros liderazgos "hipercentralistas". Cree "grave" el caso de Isabel Díaz Ayuso y se pregunta cuánto tiempo puede durar en la presidencia madrileña si se demuestra lo sucedido. No descarta una salida en diferido de la lideresa.

EL IMV

Por otro lado, Ortuzar vuelve a ofrecerse a Sánchez para garantizar la estabilidad de la legislatura, pero le pide que cumpla lo pactado y, en ese sentido, espera que en "cuestión de días" llegue la transferencia del Ingreso Mínimo Vital una vez superados "los obstáculos políticos", relacionados con la transferencia íntegra.

Fuentes de la consejería de Olatz Garamendi, presente en el desayuno, confirmaron a este periódico que las conversaciones son casi diarias y que este traspaso está pendiente de unos escollos técnicos. No ven una mano negra que lo frene por razones políticas o por un hipotético adelanto electoral. Este periódico ya informó de que el PNV confía en que la transferencia llegue este mes, y le consta que quedan flecos, de ahí que no haya lanzado una nueva amenaza a Sánchez sobre la ruptura de las relaciones.

Ortuzar confesó que vive este traspaso "como un dolor" porque el PNV "ya lo ha pagado tres veces": con su respaldo a la prórroga del Estado de alarma, en la Ley del IMV aunque no le gustaba, y en los Presupuestos. Pidió, asimismo, que esta legislatura vea la "culminación del Estatuto de Gernika". También aludió a los fondos europeos, donde se mostró preocupado por el reparto y aseguró que no se puede perder la oportunidad de transformar la economía cayendo en la trampa de un nuevo Plan E.

EPSV DE ESCRIVÁ

Ortuzar avanzó que tienen un nuevo frente abierto con el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, con motivo de su proyecto para la gestión de los fondos de pensiones de empresa, que se inspira en el modelo vasco, pero termina dando un enfoque recentralizador.

Ortuzar alerta de que Escrivá quiere que gestionen estos fondos dos entidades de previsión social voluntaria estatales, lo que considera preocupante para las empresas de Euskadi en un momento en que el Estado no ha querido blindar los convenios vascos. Avisa de que el PNV volverá a insistir con este blindaje.

Ortuzar se refirió a este asunto en respuesta a una pregunta sobre la reforma laboral, que el PNV rechazó con su voto en contra. Frente a la posición de aquellos que decían que la prevalencia de los convenios vascos sobre los estatales ya está clara, argumentó que, con esa misma posición, el Concierto Económico hubiera quedado ya a los pies de los caballos si no se hubiera blindado. Ahí añadió que el blindaje de los convenios no es solo importante desde la perspectiva de las relaciones laborales, sino por el proyecto de EPSV de Escrivá. "Creo que esos fondos que se van a aportar él quiere que los gestionen dos EPSV de carácter estatal. ¿A dónde van a ir los fondos de las empresas vascas? ¿Nos va a gustar que se gestionen desde Madrid?", dijo.