La reconsideración de la suspensión de Laura Borràs como presidenta de la Cámara por parte de la Mesa del Parlament tiene muy poco recorrido de no mediar un giro copernicano. Mientras ERC emplaza a Junts a relevarla con otra figura política de su partido, para así dar cumplimiento al acuerdo de investidura de Pere Aragonès, y poder abandonar la situación de interinidad; ahora es la CUP quien carga contra el comportamiento de la dirigente posconvergente al entender que con su punto de vista “perjudica a los represaliados” de la causa independentista. Así lo reflejó ayer la diputada anticapitalista, Eulàlia Reguant, quien afeó a Borràs que está causando “dolor” a este segmento del soberanismo al vincular su caso judicial a una persecución política que “ellos sí están sufriendo”.

“El hecho de que haya habido un ensañamiento porque es quien es, y es independentista, no puede tapar que esta causa no tiene un origen político”, consideró en una entrevista a la agencia ACN. La CUP, representada dentro de la Mesa por el secretario tercero, Carles Riera, se opondrá a la reconsideración y mantendrá su postura en la aplicación del artículo 25.4 del reglamento, que cita que la Mesa “debe acordar la suspensión de derechos y deberes parlamentarios de forma inmediata” una vez sea firme el acto de apertura del juicio oral en casos de acusación por delitos conectados con la corrupción. “Tocaba que Borràs se apartara y, si no era así, por higiene democrática y responsabilidad, suspenderla de funciones”, zanjó Reguant.

“Es un caso de corrupción que se ve magnificado y del que se ha dado más bola debido a la voluntad de los poderes del Estado de ensuciar el independentismo con la corrupción, pero el origen de la causa no es político”, valoró la dirigente antisistema, quien sí cree que el artículo del citado reglamento debería ser más explícito. “Ha habido juristas que han dicho que era poco claro, pues especifiquémoslo”, señaló. De todas formas, Reguant piensa que si se cambia el reglamento debería ser para abordar otras cuestiones, como el blindaje de la Cámara ante los discursos de odio.

Sobre la interinidad al frente de la presidencia del Parlament, comparte con Aragonès que “no es buena”. Sin embargo, asegura que es función de los republicanos y de Junts abordar esta cuestión porque “son ellos quienes han creado o contribuido a generar este problema”, puntualizó Reguant. En este terreno, el líder del PSC, Salvador Illa, estima que existen “mecanismos” para sustituir a Borràs, más allá de los acuerdos entre los socios del Govern.