El despacho presidencial de María Chivite Navascués (Cintruénigo, 5 de junio de 1978) es un horno. No le gusta el aire acondicionado en el trabajo. “Si lo tuviéramos a 27 grados, aquí haría más fresco”, dice un colaborador. La presidenta ni se inmuta. Tres años después de asumir el puesto de jefa de Ejecutivo es una mujer menos temperamental, más calculadora. Parece más pragmática. Le preocupa la “incertidumbre” del escenario global que se viene –inflación alta, crisis energética, economía titubeante–, pero no compra la “profecía autocumplida” del PP. Confía en las fortalezas de Navarra –empleo dinámico, deuda y déficit bajo– para capear el invierno que se viene que, por si fuera poco, será preelectoral. Apuesta por la actual fórmula progresista y ve a Esparza desnortado y sin liderazgo.

¿Cómo está?

–Este verano he tenido tiempo para descansar, para leer, para estar con mi familia. Tengo ciertas preocupaciones por la incertidumbre y el panorama económico de los próximos meses, pero también tengo las cosas claras en la cabeza.

¿Se ve de presidenta el año que viene a estas alturas?

–Sí. Y ahora estoy muchísimo más preparada que hace cuatro años.

Dice que tiene las cosas más claras.

–Hemos aprendido mucho. A tomar decisiones, a tener más templanza ante temas complicados, a gestionar. Nadie nos dijo que tendríamos que pasar por una pandemia ni por las consecuencias de una guerra.

Preocupa el otoño, y el invierno más.

–No digo que no vaya a ser complicado, pero no va a ser absolutamente catastrófico. Navarra afronta el panorama con más robustez. Vamos a ayudar a las familias con la inflación y con las empresas estaremos ahí para que aguanten. En pandemia creo que lo hicimos bien, más allá de lo que dijeron algunos. Creo que el PP está jugando a la profecía autocumplida, pero no va a ser catastrófico.

La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, en los jardines del Palacio. Javier Bergasa

¿Por qué dice que Navarra afronta con más robustez el escenario?

–Tenemos la deuda más baja de España y el déficit por debajo del 1%. Veremos cómo queda el panorama europeo, eso sí. Tenemos una fortaleza exportadora que puede debilitarse dependiendo de qué ocurra en Alemania o Reino Unido, pero al mismo tiempo el ten con ten del euro con el dolar, y la experiencia que tenemos exportando a EEUU, nos abre posibilidades.

¿Qué le da más miedo de este invierno?

–Nos vamos a centrar en ayudar a las familias y las empresas. El mejor instrumento para eso son los Presupuestos, que desde el punto de vista técnico ya están empezando a prepararse y a la vuelta de la esquina tendremos que hablarlo con los grupos.

¿Cuáles van a ser las medidas concretas?

–Sobre todo estamos pensando en ayudar a combatir la inflación, que afecta a la cesta de la compra y a la energía. No voy a concretar qué medidas, pero ese es el objetivo.

¿Qué dicen los técnicos y los expertos de la inflación?

–Vamos a ver cómo se cierra la cifra final. ¿Igual en el 8%? No sé.

Ha apelado al consenso para sacar medidas y Presupuestos.

–Hemos sacado tres Presupuestos y creo que sacaremos los cuartos. Los necesitamos para los fondos europeos y para gestionar esta situación.

¿Hay alguna novedad con los fondos?

–Navarra ha recibido alrededor de 400 millones, y van a seguir llegando. Lo veremos en los Presupuestos.

Los datos de empleo no son malos, pero parece que hay un suelo de 30.000 parados que es muy difícil romper. ¿Es un problema enquistado?

–La clave es la formación, y no necesariamente la formación reglada. La capacitación digital ya es básica y nos encontramos con que el 80% de las personas que están en paro no tiene ninguna formación.

Estamos en una economía especializada.

–También tenemos que hacer un ejercicio de ajustar expectativas: si no tienes esa formación, no vas a encontrar empleo. Luego hay varios aspectos: siempre va a haber personas que no se van a poder incorporar a un empleo normalizado, y tener un desempleo cerca del 7%, del 8%, no te deja mucho margen para bajar. Ahora una de las claves es dar segundas y terceras oportunidades a esa gente que no ha salido bien de la enseñanza reglada para formarla en perfiles que demandan las empresas.

¿Esa Navarra de trabajadores operarios en la línea de una fábrica está desapareciendo?

–Es una transición que ya hacen empresas y trabajadores. Por nuestra parte vamos adaptando todo lo que tiene que ver con la FP. ¿Van a desaparecer algunas perfiles? Sí. Pero aparecerán otros. Y será esencial la formación.

¿Duele haber perdido ser la comunidad con menos paro?

–Tenemos que aspirar a tener el menor desempleo posible, pero el margen no es muy amplio. Cerca de un 8% estás casi en un paro estructural. Y no estamos tan lejos [8,8%, EPA]. Por cierto, digo yo que también tendremos que alegrarnos de que otras comunidades bajen su paro.

Volkswagen tiene un impacto tremendo en el empleo. El premio gordo, la fábrica de baterías, se ha ido a Valencia. ¿Se queda satisfecha de cómo están yendo los pertes?

–El proceso no ha terminado. Estoy tranquila y atenta al proceso de los pertes, cuyos datos no son definitivos. Hemos hecho muchos esfuerzos para que la planta de Landaben estuviera en el proyecto del coche eléctrico, porque si no esa planta no tenía futuro. Y ahora hay planes, y hay futuro. Vamos a vigilar el proceso de cerca porque queremos que no se pierda empleo no solo en Volkswagen, sino en todo el parque de proveedores.

¿Navarra espera conseguir algo más?

–No solo del vehículo eléctrico. También en lo agroalimentario. El Ebro Food Valley está creciendo y no sé si va a terminar siendo el Spain Food Valley, y ahí estamos liderando. Vamos a estar muy presentes en el hidrógeno verde.

El vehículo eléctrico necesita un 30% menos de mano de obra. ¿Va a poder mantener los niveles de empleo actuales?

–En algunas partes del proceso necesita menos mano de obra, pero en otras, más. Por ejemplo en el ensamblaje de las baterías. Hay prevista, también, una mayor carga de trabajo. Y eso ayudará a ajustar. Quiero que esto lo veamos a medio plazo. Va a haber periodos de transición que nos pueden generar cierto nerviosismo, pero al medio plazo va a haber más carga de trabajo y va a haber mayor empleabilidad.

¿La mayor carga de trabajo y la planta de ensamblajes pueden compensar ese presumible descenso de la necesidad de empleo?

–Puede compensar el empleo.

¿No se está pecando de optimista?

–Soy optimista. Las cosas que tienen que pasar van a pasar, seas optimista o pesimista. Soy optimista, pero sigo las cosas al día y no me dejo llevar, trabajo mucho.

El comité quiere conocer el plan industrial. ¿Denota que hay incertidumbres?

–Bueno, como te digo: los planes, planes son. Nos tenemos que preocupar con que estos planes sean realidades. Hay cuestiones que dependen solo de decisiones empresariales. Y el Gobierno va a crear el ecosistema más favorable para mantener la empleabilidad no solo de la planta, sino del parque de proveedores.

Se habló de un modelo de Skoda.

–Tenemos un conocimiento informal de que van a llegar dos modelos diferentes.

¿De diferente marca?

–Dos modelos diferentes, como ahora se están fabricando tres modelos de la misma marca. Van a venir dos modelos que comparten una única plataforma que puede hacer hasta cinco modelos. Quizá de distintas marcas, eso no lo tengo tan claro. Pero que van a garantizar un volúmen de trabajo y fabricación importante. Eso nos lo dice la empresa.

¿Dónde va a estar la planta de ensamblaje?

–Me consta que el grupo busca proveedores. Pero esa es una decisión de la empresa.

Preocupa la situación de Siemens Gamesa, que anunció miles de despidos en agosto. En Navarra hay 1.700 empleos. ¿Saben algo más de esto?

–Tanto el consejero de Desarrollo Económico como yo mantuvimos reuniones y nos comentaron que iba a haber cambios. Lo que nos dijeron es que no veían peligro en los trabajos de aquí, porque aquí sobre todo tienen la parte del I+D+i. Estamos siguiendo el tema muy de cerca.

¿Dónde se va a instalar la planta de reciclaje de palas?

–Esto es una decisión empresarial pero parece ser, insisto, parece ser, que iría a la Ribera.

El empleo afecta directamente a los servicios públicos. ¿Se están devaluando pese a invertir cada vez más?

–La pandemia ha pasado mucha factura, en Salud sobre todo. Tenemos un problema de escasez de profesionales y esto es algo que yo lo llevo escuchando desde que empecé en el Parlamento, allá por 2008. Hay muchos factores. Por distintas cuestiones, la Atención Primaria no es una opción atractiva para los jóvenes que estudian Medicina. A esto tenemos que darle una vuelta y tenemos que modernizar la Atención Primaria.

¿Por qué hay tanta lista de espera?

–Yo no sé si alguien tiene la fórmula mágica para bajarla, pero para reducir las listas de espera hace falta dinero. ¿Que hay que cambiar la organización? A lo mejor también. Es un debate.

Algunos médicos se quejan de que Navarra no ha estado tan viva como otras comunidades para captar profesionales.

–Eso no se sustenta en los datos. Cuando dicen que los profesionales huyen...

Eso es algo que dice el sindicato médico.

–Pues eso no se sustenta en datos. Somos de las comunidades que mejor paga en general, y los que mejor pagamos a los MIR. En otros parámetros no estamos ahí, es cierto. Pero también pongo una cuestión encima de la mesa: los jóvenes que van al mercado laboral ya no solo valoran el salario, sino calidad de vida en el empleo. Y eso también tiene que ver con cuestiones organizativas en las que la Administración tiene que ser flexible.

¿Navarra no es atractiva para los médicos jóvenes?

–Es un discurso que no se sostiene.

¿Entonces, qué pasa?

–Hay profesionales que vienen y otros se van.

¿Vamos a seguir llamando al centro de salud y teniendo que contar lo que nos pasa al administrativo?

–El administrativo tiene formación específica y hace una especie de triaje organizativo para agilizar. ¿Todo tiene que ser atendido por el médico? No. Hay cosas que tiene que atender el médico, y otras el enfermero. Esto no tiene que verse con recelo. Soy de las que piensa que hay que empoderar a la enfermería.

Pero esto es algo que antes no pasaba.

–Ya. Pues nos tendremos que adaptar a los nuevos cambios. Ahora hay consulta telefónica porque igual no me hace falta ir al médico. Hay una modernización en la atención sanitaria y requiere un cambio organizativo. Es un modelo que evoluciona.

¿Ese modelo ha venido para quedarse? ¿La atención va por ahí?

–Seguirá evolucionando. Es que está llegando la atención telemática y telefónica. Eso sí, debemos ser rigurosos en no perder un ápice en la calidad de la atención.

Pero lo que le comento es, precisamente, perder calidad en la atención.

–Yo no lo comparto.

Que en el centro de salud no te atienda el médico creo que se percibe como una depauperización del servicio.

–Pues es optimizar los recursos.

¿Pero cree la presidenta que la gente en la calle no lo ve como un servicio peor dado?

–Bueno, yo desde luego no lo percibo así. Habrá personas que lo perciban así, pero eso tendremos que saber explicarlo. Antes no existía la consulta telefónica y ahora sí. Y tendremos que adaptarnos al modelo.

En los incendios de junio, los peores de Navarra, ¿qué ocurrió? ¿Faltaron medios?

–Todas las gestiones son mejorables, pero concurrieron muchos incendios a la vez y se activaron todos los recursos necesarios teniendo en cuenta que en el resto del país también había una mala situación. Con los incendios no ocurre como con las inundaciones, que tenemos más sistemas de alerta. No creo que hubiera una gestión caótica y desastrosa.

Algunos alcaldes se han sentido solos.

–Hemos hecho reuniones con ellos. Es normal, porque un alcalde ve la situación de su pueblo. Pero el Gobierno tiene que ver la totalidad. A lo mejor no se atendió el fuego en el campo de no se qué porque igual se estaban atendiendo las llamas en otra zona donde el fuego amenazaba a la población, por ejemplo. No digo que no tuvieran razón, pero yo explico mi razón.

Ha dicho antes que sigue viéndose como presidenta. ¿Con los mismos socios?

–Me gustaría volver a liderar un gobierno progresista.

¿La experiencia actual tiene más luces que sombras?

–Por supuesto que muchas más luces que sombras. Las sombras son detalles.

¿Cómo está la relación entre socios después de los choques de los últimos meses?

–Muchísimo mejor que al principio, cuando algunos ni nos conocíamos. Cuando trabajas en equipo hay roces y discrepancias. Pero el balance es más que positivo. Pretender poner las sombras a la par que las luces, vamos, ni de lejos.

¿Cómo ve a EH Bildu?

–Hemos hecho acuerdos puntuales, sobre todo los Presupuestos. También hemos hecho acuerdos con Navarra Suma. Creo que EH Bildu se ha colocado en el lado de sumar, también en los momentos complicados.

La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, en un momento de la entrevista para DIARIO DE NOTICIAS. Javier Bergasa

¿EH Bildu reclamará más protagonismo?

–Eso puede ser su estrategia, pero no tiene nada que ver con nosotros. El Partido Socialista no contempla a EH Bildu dentro del Gobierno, ni como socio de Gobierno. Eso quiero dejarlo claro. La fórmula de acuerdos puntuales ha ido funcionando, pero de ahí a ser socio de Gobierno, no.

¿Lo dice como presidenta de Gobierno?

–No lo digo como presidenta, porque a lo mejor algunos de los socios sí están dispuestos. El Partido Socialista no está dispuesto. La fórmula de acuerdos está bien. De ahí a ser socios hay un paso muy importante que el Partido Socialista no va a dar.

¿Es una línea roja? Porque llegan a acuerdos con facilidad...

–No está en nuestra cabeza.

¿Cómo ve la ruptura de Navarra Suma?

–Pufff... no sé, es un poco como un espectáculo. Ahora estamos en a ver quién tiene la culpa de la ruptura. Pero lo interesante sería saber qué propone UPN para Navarra. Propuestas, pocas. Ruido, mucho.

¿Sospecha que la ruptura de Navarra Suma puede hacer que UPN se acerque al PSN?

–No me voy a meter en sus estrategias. Sinceramente, creo que Esparza no tiene claro qué va a hacer. Lleva un año diciendo que están valorando si la coalición sigue o no. No tiene claro qué hacer con su propio partido.

¿Y si al día siguiente de las elecciones dan los votos entre PSN y UPN?

–Queremos un gobierno progresista. Esparza, no sé si Navarra Suma, UPN... no dan ejemplo, para nada, de poner encima de la mesa cuestiones progresistas. Está más en el ruido. Esparza tiene un lío morrocotudo y creo que no tiene el liderazgo interno suficiente.

Él dice que se ve de presidente.

–Ninguna encuesta le da presidente.

Igual se conforma con ser su vicepresidente.

–Desde luego no es algo que yo tenga en mi imaginación.