El gasto público en Navarra ha crecido un 45% en la última década. De los 3.625 millones que el Gobierno foral ejecutó en 2012 se ha pasado a los 5.271 presupuestados para este ejercicio. Son 1.646 millones más de inversión pública, que en su gran mayoría se han destinado a financiar los principales servicios públicos, como la sanidad, la educación o las prestaciones sociales. Ha sido un incremento paulatino pero constante que se ha podido financiar con una mejora de los ingresos que ha evolucionado de forma muy similar. De los 3.624 millones recaudados hace diez años, se ha pasado a los 5.464 millones que prevé ingresar este año la Hacienda Foral. En ambos casos, y tras varios años de estabilidad presupuestaria, ha habido que recurrir a la emisión de deuda pública para cuadrar las cuentas.

El cambio en cualquier caso ha sido notable en esta última década. En gran medida por la propia inflación y actualización de precios que lleva a las Administraciones Pública ha incrementar anualmente su capítulo de gasto. Pero también motivado por una apuesta expansiva iniciada en 2015 y que ha tenido continuidad en la actual legislatura, en la que se ha reforzado la inversión pública. Una estrategia presupuestaria que se ha sostenido en la mejora progresiva de la situación económica de los últimos años que, con oscilaciones –la pandemia ha truncado la línea ascendente– ha visto una clara mejora en el empleo de la Comunidad Foral.

De hecho, 2012 fue el año en el que se aplicaron la mayor parte de los recortes presupuestarios motivados por la crisis financiera de 2008. El Gobierno, entonces en manos de UPN (en coalición con el PSN hasta la mitad de ese año) se vio obligado a ajustar numerosas partidas para cuadrar las cuentas en el marco de la estabilidad financiera impuesta por la UE y el Gobierno central.

Desde entonces la tendencia ha sido alcista y sostenida ejercicio tras ejercicio. Así se ha dejado constar por ejemplo en el gasto de personal, que se ha incrementado en casi un 50%, pasando de 1.072 millones a los 1.586 millones previstos para este año. Son 513,5 millones más destinados al capítulo 1 de la Administración Foral.

Presupuestos en Navarra.

Por políticas de gasto

La inversión en cualquier caso ha ido dirigida fundamentalmente a reforzar los servicios públicos básicos. El gasto en Sanidad, por ejemplo, ha crecido en 318 millones en una década, lo que supone un 34% más, hasta los 1.256 millones de presupuesto, una cifra inédita en Navarra.

El incremento es proporcionalmente mayor en Educación, donde el presupuesto ha crecido un 61% en diez años. El área educativa cuenta así con 891 millones, también un récord histórico, y que contrasta con los 551 millones que se ejecutaron en 2012. En aquel año los recortes fueron especialmente importantes en educación, sobre todo en la reducción de profesorado.

En este contexto, destaca especialmente el incremento del gasto destinado a los servicios sociales y a la promoción social, que prácticamente se ha duplicado en la última década. La apuesta por la Renta Garantizada o las ayudas a la dependencia se han multiplicado estos años, duplicando también su presupuesto, que alcanzan en su conjunto los 439 millones, 209 millones más que en el presupuesto de hace diez años.

En este tiempo también ha crecido la aportación al resto de administraciones públicas, fundamentalmente al Estado vía Convenio Económico y a los ayuntamientos de la Comunidad. También ha crecido de forma llamativa el gasto en deuda pública, de los 200 millones hasta los 520. El dato en cualquier caso es relativo. Buena parte de la deuda emitida este año será para refinanciar deudas de ejercicios anteriores, buena parte acumulada precisamente en 2012 y en los años posteriores.

Respecto al resto de capítulos, destaca el aumento del gasto en diversos apartados vinculados a la gestión administrativa. Es el caso de los servicios de carácter general, que incluyen la gestión y control de personal, los servicios generales o el gasto dirigido a la informática, y que se ha incrementado un 200%. Igualmente, se ha duplicado el presupuesto destinado a la administración financiera y tributaria. En cambio, se matiene estable la inversión en Vivienda, aunque en este caso desde una apuesta más dirigida a la rehabilitación y el alquiler que a la construcción de VPO. Y se ha reducido en cambio el presupuesto de Industria y Energía (-15%) y el dirigido a Comercio, Turismo y Pymes (18%).

Curiosamente, y pese a las duras críticas que en este sentido viene realizando Navarra Suma desde el inicio de la legislatura, el gasto en alta dirección apenas ha variado en todo este tiempo. De los 18,6 millones que costaban los altos cargo del Gobierno de UPN en 2012, se ha pasado a los 19,8 millones del Ejecutivo actual. Un incremento de apenas el 6,5%, muy por debajo del IPC.