Con Yesa hay palabras que suenan ya muy huecas, sobre todo cuando carecen del contexto suficiente y la historia de una presa de la que se ha escrito tanto como tierra ha removido.
El recrecimiento de Yesa lleva ya camino de 21 años en obras desde que se puso la primera piedra y se calcula que el gasto puede alcanzar ya los 500 millones de euros. La obra se llevó por delante un centenar de viviendas que tuvieron que ser desalojadas por el riesgo que corrían en las urbanizaciones de Lasaitasuna y Mirador de Yesa y aquello fue demolido para inyectar toneladas de hormigón, trabajos que cuando parecían pronto de finalizar, de repente se anunció que se prolongarían hasta el año 2027 según anunció la presidenta de la CHE esta primavera en una entrevista en televisión.
Todo lo anterior, a lo que se suma la cantidad de informes que realzan la falta de certezas en forma de datos y las incertidumbres que genera semejante proyecto, el último el dictamen final del Colegio de Ingenieros que terminó de redactarse hace año y medio pero no se ha conocido hasta hace dos semanas (el Gobierno de Navarra dispone de él desde el 25 de julio), se le ha debido pasar por alta al vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, consejero a su vez de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, puesto que esta mañana no ha hecho ni mención alguna en el Parlamento.
Remírez se ha limitado a afirmar que el informe encargado por el Ministerio de Transición Ecológica sobre el recrecimiento del embalse de Yesa concluye que la ladera tiene "estabilidad suficiente" y ha pedido "evitar caer en mensajes alarmistas y tremendistas que generan inquietud artificial en la ciudadanía".
En respuesta a una pregunta de I-E en el pleno del Parlamento foral, Remírez ha afirmado en primer lugar que el Gobierno de Navarra "en ningún caso ha silenciado ni mucho menos ha ocultado informe alguno" y ha precisado que el informe por el que preguntaba I-E "no es un informe del Gobierno de Navarra, sino un estudio solicitado por el Ministerio al Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos". Por tanto, ha dicho que le correspondería informar al Gobierno de España de las conclusiones del informe.
Remírez ha explicado que el Gobierno de Navarra no tuvo conocimiento del informe "hasta mediados de verano y es por lo que no se entregó a los grupos parlamentarios cuando nos lo solicitaron con anterioridad". Por el momento, ha apuntado que esta semana ya ha sido remitido a EH Bildu.
"El informe no se ocultó por parte del Gobierno de Navarra. Lo recibimos a mediados de verano y por eso no lo entregamos a los grupos"
El consejero ha explicado que, una vez recibido el informe por el Gobierno de Navarra, "estamos en fase de realizar una valoración más sosegada y en detalle con los técnicos" de la propia Administración.
En toco caso, Remírez ha afirmado que el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos es una "entidad de solvencia y rigor técnico" y el informe señala en sus conclusiones que el proyecto de recrecimiento de Yesa "puede considerarse correcto y con estándares habituales y que la ladera tiene estabilidad suficiente para ponerse en servicio las presas adyacentes si bien ha de seguirse un protocolo de llenado y vaciado".
Remírez ha afirmado que "valoramos la importancia de esta infraestructura para Navarra y en aras a una mayor seguridad mantenemos una relación fluida con la Confederación Hidrográfica del Ebro". "Se está trabajando con rigor, buscando las máximas garantías. Hay que evitar caer en mensajes alarmistas y tremendistas que generan inquietud artificial en la ciudadanía", ha señalado.
Frente a lo dicho por el consejero, la portavoz de Izquierda-Ezkerra, Marisa de Simón, ha afirmado que "el informe desgraciadamente muestra las deficiencias claras en relación a la garantía de estabilidad" de las obras de recrecimiento. "Ratifica nuestras valoraciones, denuncias, avisos, llamadas de atención ante la incertidumbre sobre la seguridad de las obras de recrecimiento del embalse", ha asegurado.
