Por muchas paladas de hormigón que se le echen encima a costa de millones de euros públicos, la seguridad de Yesa sigue siendo una cuestión de fe. El informe clave que pretendía avalar la seguridad de la obra –denominado Dictamen final sobre la seguridad de las obras de recrecimiento de la presa de Yesa–, encargado por el Ministerio de Transición Ecológica al Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en junio de 2018, se ha conocido ahora y con ello las incertidumbres que recalca sobre el futuro de la obra. El estudio es conocido ahora pero se emitió en abril de 2021, con lo que ha permanecido durante 17 meses sin que el Ministerio, la CHE, ni el Gobierno de Navarra –que alegó que no había recibido información del mismo–. A pesar de todo, el dictamen sirve para continuar con la patada hacia adelante y de esta manera seguir con la obra cueste lo que cueste. El informe dice, por ejemplo, en la página 250, que “hay que calibrar las obras en su estado actual y futuro, con todos los refuerzos y mejoras previstas, y dejar de investigar etapas anteriores ya superadas. Se trataría de someter las presas a las situaciones esperables en su futura explotación, pero de una manera muy cuidadosa y detallada y siempre con carácter reversible”.

El senador autonómico de Navarra Koldo Martínez (Geroa Bai), mostró su “preocupación” tras “constatar” que el dictamen “plantea incertidumbres sobre la seguridad de la presa”. Según indicó Geroa Bai en una nota, “de una primera lectura del informe, que tiene 637 páginas, se deducen muchas incógnitas”. Concretamente, según Martínez, en las 11 páginas de conclusiones “se utiliza 14 veces la palabra ‘incertidumbre’ y se señala que ‘la gran cantidad de incógnitas presentes en este caso hacen poco fiable cualquier cálculo o modelización para obtener un coeficiente de seguridad’ o que ‘dada la incertidumbre sobre los factores que influyen en la estabilidad resulta muy difícil demostrar que las condiciones actuales quedan por encima de un factor de seguridad aceptable (no fijado en el proyecto ni en ninguna norma oficial)” en relación con la ladera derecha, en la que se han dado “varios deslizamientos”.

“Esperábamos de un informe llamado a resolver las dudas sobre la seguridad del pantano algo más de rotundidad”, indicó. Según Martínez, “a pesar de las muchas dudas que trasladan los peritos, el dictamen concluye que por todo lo anterior creemos que, prestando atención a las recomendaciones de estos dictámenes y a los asesores especializados de la CHE, la ladera tiene estabilidad suficiente para poner en servicio las presas adyacentes a la misma, si bien ha de seguirse un protocolo de llenado y vaciado que, junto con una instrumentación adecuada, permita el seguimiento preciso del comportamiento del conjunto presas-ladera y señale la conveniencia o no de introducir modificaciones en el proceso o proceder a medidas de refuerzo y prevención”.

“Deberán ser ahora los técnicos los que concluyan si un informe que se ha demorado cuatro años despeja las principales incógnitas sobre la estabilidad de la ladera derecha del pantano”, señaló el senador.

DESDE EL 22 DE JULIO “EN MANOS DEL GOBIERNO DE NAVARRA”

A la espera de un análisis más detallado del informe del Colegio de Ingenieros, quedan también sombras sobre la actuación de las administraciones en un tema tan sensible como es la seguridad del recrecimiento de la presa de Yesa”, afirmó Martínez.

El senador de Geroa Bai ha considerado que “es necesario aclarar cuándo el Ministerio trasladó realmente al Gobierno de Navarra un documento que tenía en su poder desde junio de 2021”. “Y es necesario que el Ejecutivo foral dé una opinión formada sobre un dictamen que ha permanecido más de un año oculto a la ciudadanía navarra. Este tema debe aclararse ya y no puede demorarse más. Creo que se está actuando en un tema tan sensible con poco tino, algo que lamento porque me consta que en Sangüesa-Zangoza existe preocupación con este asunto”, reivindicó.