Cuando las críticas hacia las páginas web municipales que sitúan en un mismo plano a víctimas del terrorismo y miembros de ETA se han convertido en un clamor que abarca prácticamente todos los niveles institucionales de Euskadi, la sociedad de ciencias Aranzadi, que ha dotado de contenido a estos espacios virtuales, admite que puede ser necesario realizar ajustes en los mismos, por lo que estudiará esa posibilidad. No de inmediato, eso sí, debido al empleo de una metodología científica de digestión lenta y a la necesidad del visto bueno de los “agentes” implicados en la creación de estas páginas, según argumentó ayer a través de varias fuentes.

En un nuevo comunicado, Aranzadi mostró su disposición a colaborar en posibles modificaciones o mejoras tanto en los criterios base como en la metología que se siguen en los proyectos e investigaciones de memoria reciente “atendiendo siempre a las políticas públicas en materia de memoria y derechos humanos que impulsan” las instituciones.

La mayoría de estas webs están vinculadas a municipios de Gipuzkoa gobernados por EH Bildu como Villabona, Oiartzun, Hernani, Azpeitia y Orio, aunque la chispa saltó en Galdakao, con la Alcaldía también regida por la coalición abertzale, tras la denuncia de un concejal del PSE por la presencia en la página, junto a víctimas del terrorismo, de miembros de ETA nacidos o con una vinculación estrecha con la localidad como Xabier García Gaztelu Txapote, Jon Bienzobas y Xabier López Peña Thierry. Aparecen además sin contexto ni historial delictivo y con muchas lagunas de información.

Los ayuntamientos del PNV con páginas con la denominación Oroimena, Erandio y Tolosa, pasaron ayer de las palabras a los hechos y solicitaron a Aranzadi que desactive el buscador de víctimas mientras se busca una solución a la situación generada. La alcaldesa del municipio vizcaino, Aitziber Oliván, explicó en Onda Vasca que encargaron un estudio sobre la Guerra Civil y el franquismo, y para ello usaron el método de Aranzadi que divide entre Memoria histórica y Memoria reciente. Ante la polvareda generada, ha pedido que “hasta que el desarrollo de la memoria reciente no sea objeto de contrato, esa parte de la web quede inactiva”.

En cuanto a Tolosa, fuentes del PNV explicaron que tanto la alcaldesa, Olatz Peón, como el director de Derechos Humanos de la Diputación, Ion Gambra, habían detectado los problemas de las webs y transmitieron a Aranzadi sus objeciones. En esas páginas figura un apartado bajo el epígrafe Historia, en el que se contextualiza el nacimiento de ETA en la lucha antifranquista y se habla de un “conflicto socio-político” en Euskadi que “pervivirá a la muerte del dictador y que en la actualidad no puede darse por finalizado”. Añade que “desde el cese de la violencia por parte de ETA en 2011 se encamina de manera progresiva al fin definitivo del uso de métodos violentos y coercitivos característicos de un periodo determinado”.

Trabajo mejorable

Las muestras de rechazo por las webs Oroimena han ido in crescendo y el miércoles llegaron al Parlamento Vasco con una iniciativa conjunta del PNV y el PSE que reclama al Ayuntamiento de Galdakao la retirada de los miembros de ETA de galdakaooroimena.eus por suponer una “humillación” a las víctimas. El mismo día el Gobierno vasco clarificó su postura por boca de la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, que señaló que, para construir “una memoria crítica y constructiva”, es necesario “desechar la mezcla y confusión de hechos violentos o de víctimas y victimarios, los déficit de información, las valoraciones justificadoras o la carencia de pronunciamientos nítidos”.

En su comunicado de reacción del martes, Aranzadi citó a Gogora como referente. La directora del instituto de la memoria, Aintzane Ezenarro, se pronunció ayer y tras alabar la labor sobre la memoria histórica que desempeña Aranzadi, aseguró que “todos cometemos errores o tenemos trabajos mejorables”. Explicó que “la memoria no son solo datos y listados de nombres, sino que requiere una mirada crítica, ética y valorativa”, y defendió que “si queremos incorporar casos que no tienen encaje en esos estándares de graves violaciones de derechos humanos, tienen que estar muy diferenciados desde el punto de vista físico, informativo y valorativo”, lo que no ocurre con estas webs.