El Estado ha transferido a Navarra casi 7,6 millones de euros por la recaudación de las tasas Tobin y Google durante los años 2021 y 2022.

Así lo reflejan los datos de la Hacienda Foral, que en su informe al ecuador del año incluye por primera vez las cuantías que ha remitido la Agencia Tributaria en virtud del ajuste definitivo con Navarra, que desde 2023 ya gestiona y recauda la Google y a partir de este mes de septiembre hará lo mismo con la Tobin.

En 2020 –cuando se pusieron en marcha las tasas– y prácticamente hasta ahora, era el Estado el que se encargaba de recaudar los impuestos. Pero el año pasado ya comenzaron las negociaciones para que Navarra asumiera en virtud de su autonomía fiscal los gravámenes. Lo que se ha producido ahora es el traspaso de papeles definitivo, por resumirlo mucho.

A partir de ahora, todo lo que se recaude ya lo hará Navarra directamente. Así que lo que ha hecho la Agencia Tributaria es transferir a Navarra lo que recaudó por ambos impuestos los dos primeros años de vigencia de las tasas, cuando la Hacienda Foral todavía no tenía potestad para gestionarlas.

2,4 millones de la Tobin

Son 2.399.567 euros por el impuesto de Transacciones Financieras, la tasa Tobin. Es uno de esos impuestos nuevos, muy relacionado con el auge de las nuevas finanzas, la economía digital... Grava con un 0,2% las adquisiciones de acciones de sociedades españolas cotizadas con un volúmen altísimo de capitalización bursátil. Afecta a pocas empresas, las más grandes: energéticas, banca, multinacionales líderes de sus mercados. 

Cuando se diseñó el impuesto, el Estado pensó que los ingresos iban a ser potentes. Las previsiones hablaban de 850 millones al año. Pero el primer año se quedó en 288 millones de recaudación.

El Gobierno justificó la bajada por tres motivos. Primero, porque al final fueron menos empresas de lo esperado las que superaran la cotización de 1.000 millones. Después, que el impuesto se adelgazó un poco, dejando de lado algunas figuras –como las operaciones intradía o los CFDs, ingeniería financiera– que en principio se pensaban incluir.

Y, en última instancia, porque las empresas también juegan. “Es posible que los agentes económicos hayan derivado sus inversiones a productos no afectados con la finalidad de evitar la tributación”, reconocía el Gobierno de España al Congreso en noviembre de 2021 en una pregunta escrita.

En cualquier caso, Navarra ya ha ingresado esos dos millones y medio por esa figura, todo lo que ha dado de sí en dos años. Lo previsible es que octubre sea el primer mes en el que la Hacienda Foral pueda ofrecer datos propios de recaudación sobre la Tobin, porque se acaba de aprobar el procedimiento que permitirá a Navarra ingresar la tasa.

Recaudación propia

El otro impuesto es la tasa Google. Responde al intento por parte de las haciendas de pescar en la economía digital, casi etérea. Se impone sobre conceptos que cada vez nos suenan más, pero que son muy modernos: activos intangibles como los datos, la intermediación digital, los espacios publicitarios... Sobre todo afecta a grandes tecnológicas –no afecta al comercio digital minorista– y tampoco ha tenido el impacto que se preveía.

El Estado ha transferido a Navarra 5.193.576 euros. Y la diferencia entre esa cifra y la que reflejan los últimos datos –5.879.867– se debe a que Navarra ha recaudado por sus propios medios –y en el primer trimestre– esos 686.291 euros restantes.

En resumen, una cantidad por ambas tasas que está muy por debajo de las expectativas creadas en 2020, pero que al menos delimita una pequeña parcela en la inmensidad de la nueva economía digital.