La economía navarra seguirá creciendo en los próximos meses, pero de forma más débil a como lo ha venido haciendo hasta ahora. El Ejecutivo foral mantiene la previsión de crecimiento del PIB del 1,4% para este año, y prevé una senda positiva también para el próximo. No obstante, será un crecimiento "modesto" fruto del contexto económico general, que apunta a un debilitamiento del ciclo económico.

El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra ha comparecido este miércoles en el Parlamento de Navarra para presentar las líneas generales de actuación de su departamento para los próximos años. No ha dado muchos datos José Luis Arasti, ni de previsión presupuestaria ni de política fiscal, y así se lo han reprochado los grupos de la posición.

En especial UPN, cuya portavoz María Jesús Valdemoros ha tendido la mano "honestamente" para buscar acuerdos en materia económica y fiscal, para evitar que sea EH Bildu quien marque la dirección presupuestaria. "Está en su mano parar esta deriva fiscal", ha reclamado Valdemoros, que ha advertido de que vienen "nubarrones" y un "aterrizaje" de la economía, cuyo grado falta todavía por ver.

"No compartimos el modelo de la derecha y no vamos a premiar fiscalmente a quien más tiene", ha replicado la portavoz del PSN, Ainhoa Unzu, ha criticado que los gobiernos de UPN y PP "protegen" a las rentas altas allí donde gobiernan. Para la portavoz de EH Bildu, Laura Aznal, el acuerdo programático del Gobierno es excesivamente vago e inconcreto, y ha reclamado una puesta más clara por la "fiscalidad verdad".

Por parte de los socios del Gobierno, Mikel Asiain (Geroa Bai) ha abogado por avanzar en la transición ecológica también desde el ámbito fiscal y la economía circular como elementos de redistribución. Y ha reclamado que Navarra asuma también la competencia del IVA para poder fijar tipos propios también en Navarra. Mientras que Miguel Garrido (Contigo-Zurekin) ha reclamado "equiparar la presión fiscal entre las rentas del trabajo y el capital".

Los presupuestos, sin retrasos

Arasti no ha querido entrar a posibles acuerdos con UPN, pero sí ha garantizado que actuará con "humildad" ante las "críticas constructivas" que puedan plantear los grupos parlamentarios. El titular de Economía ha subrayado además "el orgullo, la responsabilidad y el privilegio" que supone dirigir un departamento clave para el autogobierno. Algo que hace, ha dicho, "como amante y defensor de la diversidad y capacidad de autogobierno de nuestra Comunidad Foral", siempre "dentro de España" y "mirando a Europa".

Una reflexión que tiene su importancia habida cuenta de que el consejero de Hacienda era hasta hace apenas un mes el delegado del Gobierno de España, donde le ha tocado defender los intereses del Estado, que no siempre han sido los en la Comunidad Foral. Arasti no ha querido polemizar, pero sí ha dejado claro que su actuación vendrá marcada por el criterio "de los magníficos profesionales" con los que cuenta Hacienda y el "acuerdo de Gobierno" firmado por PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin.

En este contexto, el titular del departamento ha mostrado su confianza en que los presupuestos del próximo año se presentarán en tiempo y forma. Algo que depende también de la formación del nuevo Gobierno de España, con quien Navarra tiene que pactar las reglas fiscales de déficit y deuda para el próximo año. Pero el objetivo del departamento, ha subrayado, es aprobar las cuentas públicas, tanto de ingresos como de gastos, antes de finalizar el año.

Algo que deberá hacer dentro de los límites que marcan las reglas de estabilidad financiera ysde austeridad impuestas por la Unión Europea, que se reactivan a partir de 2024 después de cuatro años de suspensión primero por la pandemia y por la guerra de Ucrania después.

Y aunque no ha dado datos, Arasti sí ha mostrado cierto optimismo. "Es verdad que tenemos por delante un horizonte de crecimiento débil, pero no se vislumbra una fase contractiva de la economía navarra a corto plazo", ha señalado el responsable de Hacienda. Y en este contexto de subidas de tipos y de previsible reactivación de las reglas fiscales europeas a partir de 2024, considera que "el mantenimiento del empleo y la solvencia financiera de Navarra, que ha recuperado la senda de superávit y cuyo nivel de endeudamiento se encuentra en niveles mínimos de la última década, se convierten en los mejores soportes para reforzar el avance de la economía navarra".

El consejero ha confiado así en que el crecimiento del PIB previsto para este año de 1,4%, se antoja un objetivo alcanzable gracias a "la prudencia de las previsiones del Ejecutivo foral" elaboradas al principio del año. Una prudencia que se mantendrá también a medio plazo, en el que según Arasti Navarra fronta un periodo de "crecimiento modesto" dentro de un contexto general de "debilitamiento del ciclo, tensiones inflacionistas y endurecimiento de la política monetaria".