En el día en que se cumplen 12 años de su cese definitivo, ETA ha vuelto al Parlamento de Navarra. Lo ha hecho de la mano de UPN, que cinco años y medio después de su disolución, y casi 15 del último asesinato, ha llevado al Legislativo una propuesta para crear “una ponencia de estudio para fijar un marco ético común y compartido que sirva de base para la total deslegitimación de la violencia de origen político, es decir, del terrorismo”.

La propuesta no ha salido adelante porque ha contado con el rechazo de la mayoría que sostiene al Gobierno de Chivite. PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin han afeado a UPN el interés oportunista de una iniciativa que también ha rechazado EH Bildu. Y que solo ha contado con el voto a favor del PP.

Porque la propuesta, al menos así lo han interpretado los socios del Gobierno, tenía una clara finalidad política, la de impedir, o al menos obstaculizar, los acuerdos con EH Bildu. Incomodar al PSN, fundamentalmente para evitar una mayoría alternativa a UPN. Entre otras cosas, porque la creación de una ponencia de este tipo fue una propuesta recogida en el acuerdo programático la pasada legislatura, pero no se llevó a cabo. Se hizo, eso sí, un Plan de Convivencia, han recordado los socialistas, al que tanto UPN como EH Bildu votaron en contra.

La propuesta de UPN

Aunque la propuesta de ponencia no mencionaba expresamente a ETA, su nombre no ha tardado en salir en el debate. La ha citado nada más comenzar el portavoz de UPN, Iñaki Iriarte, dejando claro desde el principio el objetivo de la iniciativa. “La autodisolución de ETA hace cinco años fue una magnifica noticia”, ha admitido Iriarte, que sin embargo ha considerado que quedan cuestiones sin cerrar.

“El terrorismo de extrema derecha fue poco persistente. Nadie aplaudía ni decía que había que negociar con ellos. ETA sí tenía un caldo de cultivo. Había quien callaba y quien pedía más metralleta. Que decía que había que negociar con ellos y quien actuaba como chivatos”, ha argumentado el portavoz de UPN, señalando expresamente a la izquierda abertzale. “Estoy hablando de Herri Batasuna, de Euskal Herritarrok, de ANV… la lista sigue y llega hasta Sortu y EH Bildu”, ha señalado Iriarte, que ha criticado que el líder de la formación sea una persona "condenada por secuestro".

El portavoz de UPN ha admitido que ambas formaciones, Sortu y EH Bildu son legales y que representan a una parte de la sociedad, y ha reconocido que desde 2015 han dado pasos, pero ha considerado “insuficientes”. Por ello ha emplazado a los socios del Gobierno a que cumplan el compromiso adquirido la pasada legislatura y creen una comisión que, según interpreta, estaba pensada para deslegitimar a ETA.

Menos sutil ha sido el portavoz del PP, Javier García, que ha recurrido a la habitual mención al sufrimiento y el dolor de las víctimas de ETA para acusar al Partido Socialista de haber “perdido los valores” por sus “cesiones” a la “ideología totalitaria”. Por si había alguna duda de cuál era el objetivo de la iniciativa de UPN.

Respuesta del PSN

Pero el PSN no ha querido entrar al marco que le había planteado UPN. Su portavoz, Inma Jurío, ha admitido que la ponencia era una propuesta de la pasada legislatura, pero ha recordado que se llevó a cabo un Plan de Convivencia en el que los regionalistas no quisieron participar.

“Esta ponencia lo que busca es el enfrentamiento”, ha replicado Jurío, que ha acusado a “las derechas” de “apropiarse de las víctimas para hacer oposición”. “No han aceptado que han perdido en las urnas”, ha apuntado la portavoz socialista, que se ha negado a participar “en un circo” que solo consigue “soliviantar a la sociedad”.

La portavoz de EH Bildu, Arantxa Izurdiaga, ha asegurado que están "dispuesto a transitar ese camino" y "trabajar en materia de convivencia" pero ha coincidido con Jurío en que el Parlamento "no es el lugar adecuado" porque las mociones que se presentan en esta comisión "buscan más réditos políticos que avanzar en paz y convivencia".

Mikel Asiain, de Geroa Bai, ha recriminado a UPN y PP que se opusieron a la puesta en marcha del primer Plan Estratégico de Convivencia considerando que "podrían haber hecho en ese plan las mismas aportaciones que en la ponencia" y ha asegurado que las víctimas "seguirán siendo protagonistas" de su trabajo en el Gobierno.

Por parte de Contigo-Zurekin Carlos Guzmán ha reconocido que comparten el objetivo de esta ponencia pero ha discrepado de la idoneidad de su creación en el momento actual considerando que se necesita "tiempo y discusión sosegada" así como un "ambiente propicio", lo que exige "más trabajo previo".

En su turno de réplica Iriarte ha negado que su propuesta busque el enfrentamiento y ha argumentado que si decidió no participar en la elaboración del Plan de Convivencia en la pasada legislatura fue porque el director de Paz y Convivencia, Martín Zabalza le "mintió desde el principio". En todo caso, ha insistido en que la deslegitimación de la violencia, especialmente la de ETA, sigue siendo una tarea pendiente en Navarra.