El Parlamento de Navarra quiere aplicar un protocolo de actuación para impedir, o al menos mitigar, los discursos racistas y xenófobos que están protagonizando buena parte de las intervenciones de Vox desde el comienzo de la legislatura. El presidente de la Cámara, Unai Hualde, ha registrado un escrito para su aprobación por la Mesa del Parlamento el próximo lunes en el que pide al Gobierno de Navarra “que preste de inmediato asesoramiento y apoyo” para “poder redactar un protocolo” que “evite discursos racistas y xenófobos”.

La entrada de Vox en el Parlamento tras las últimas elecciones –tiene dos escaños de 50– ha supuesto también la llegada al debate político de “discursos gruesos absolutamente racistas y xenófobos”, alerta Hualde en su escrito. Es habitual que en sus intervenciones los parlamentarios de la extrema derecha vinculen la violencia sexual o la inseguridad con la inmigración.

Sin embargo, la gota que ha colmado el vaso ha sido el pleno del pasado jueves, en el que el parlamentario de Vox, Emilio Jiménez, aprovechó sus dos intervenciones en el orden del día para realizar afirmaciones como que los inmigrantes tienen “las puertas abiertas y todo gratis” mientras los navarros están “en umbrales de pobreza”; que la inmigración ilegal implica “inseguridad ciudadana” y especuló con la posibilidad de que existan muchos “lobos solitarios yihadistas” en Navarra como consecuencia de la “falta de control” migratorio. 

Estas expresiones llevaron a la consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias, Begoña Alfaro, a negarse a responder para no entrar “en el marco que quiere fijar la ultraderecha xenófoba y racista”. Y que va en línea con la decisión de los socios del Gobierno foral de no dar réplica a los debates que plantea Vox. 

Se trata sin embargo de un mensaje en el que la extrema derecha insiste prácticamente a diario. La última vez este mismo lunes tras la reunión de la Mesa y Junta de Portavoces. Este jueves además lleva al Parlamento una iniciativa para pedir “la inmediata expulsión de todos los inmigrantes que accedan ilegalmente a nuestro país”. Por lo que el presidente del Parlamento ha optado por buscar un nuevo marco reglamentario que impida la proliferación “de los discursos que incitan al odio y a la xenofobia”.

Hualde cuenta para ello con el apoyo de la mayoría que sostiene al Ejecutivo foral, que respalda una iniciativa pionera en los legislativos autonómicos. Así como el de la propia Ley Foral contra el Racismo y la Xenofobia, aprobada a finales de la pasada legislatura, y en la que se recoge expresamente la necesidad de implementar “medidas específicas o protocolos” para hacer frente a este tipo de situaciones.

“El Parlamento de Navarra es la institución que representa la voluntad de la ciudadanía de nuestra comunidad. Y como tal, tiene que ser un ejemplo de convivencia y respeto a los derechos humanos”, argumenta Hualde, que considiera que el Legislativo “no puede dar cabida a discursos contra la inmigración o que alienten comportamientos racistas”. Aboga así por actuar “con responsabilidad” y ser “ejemplarizantes” aplicando medidas que eviten “actuaciones y discursos racistas y xenófobos”.

Si los plazos previstos se cumplen, la Mesa del Parlamento dará cauce el próximo lunes a la propuesta del presidente de la Cámara, por lo que será el Departamento de Políticas Migratorias quién analice la situación y estipule cuál es el marco más adecuado de actuación. Una base sobre la que podrá actuar después el Parlamento en la gestión de su día a día, pero que servirá también para otras entidades públicas o privadas que puedan verse afectadas por discursos que impliquen actitudes discriminatorias o supongan una vulneración de los derechos humanos.