SI el rostro es el espejo del alma, las próximas elecciones autonómicas en Euskadi tendrán un evidente aroma de punto de inflexión por la renovación de los candidatos y, por ende, de los partidos en liza. La práctica totalidad de formaciones ha puesto al día sus cuadros y muchos veteranos se despiden del Parlamento Vasco e incluso del ejercicio de la política. Ello añade un plus de imprevisibilidad a unos comicios ya suficientemente abiertos, a tenor de las encuestas y de la tendencia seguida en las últimas citas con las urnas. 

El PNV ha sufrido una “evolución, no una revolución”, según la definición del presidente del EBB, Andoni Ortuzar, empezando por la decisión de que Iñigo Urkullu no repitiera como candidato tras encadenar tres legislaturas en Lehendakaritza. La filtración de este golpe de timón provocó que se precipitara la designación de su sustituto, el hasta ahora diputado vizcaino de Desarrollo Territorial e Infraestructuras, Imanol Pradales. El partido jeltzale tenía claro su perfil, basado en la preparación y experiencia, por lo que cualquier ruido sobre su elección se dio solo en los medios, no en su seno. El PNV celebró el 20 de enero una plácida Asamblea Nacional que supuso la puesta de largo de sus listas.

Como piezas de dominó, el relevo en el PNV afectó a EH Bildu, que en un ejercicio de improvisación cambió sus planes sobre la marcha. Ello se traduce en el inmediato anuncio de su coordinador general, Arnaldo Otegi, de que descartaba ser candidato a lehendakari, una vez libre de ataduras judiciales. Más sorpresiva fue la elección del cabeza de lista, el responsable del área de Programa y uno de los principales muñidores de su estrategia política, Pello Otxandiano, quien en realidad debía dar el salto en la siguiente cita electoral en 2028. Aquí también ha pesado su juventud y formación académica, pero en sus primeras entrevistas como candidato ha demostrado no estar tan alejado de Otegi al afirmar que ETA ha asumido ya “toda su responsabilidad política”.

Coalición frustrada Después de que la vicelehendakari segunda, Idoia Mendia, revelara que no iba a optar a seguir liderando el PSE y que abandonaba la actividad política en Euskadi, el camino quedó expedito para su relevo natural, el portavoz en el Parlamento Vasco, Eneko Andueza. Desde que confirmó que aspiraba a ser candidato a lehendakari, el de Eibar no ha tenido oposición interna y ha atraído para su causa a cargos como el delegado del Gobierno español, Denis Itxaso.

Después de que Carlos Iturgaiz confirmara que no repetiría como presidente del PP vasco, este partido trató de restar cualquier tipo de emoción a su relevo y pronto apostó por Javier de Andrés como su sustituto tras varias jornadas en las que se especuló con otros nombres. El alavés trata de mantenerse en la ola de buenos resultados de las últimas convocatorias electorales.

Quienes no han podido sustraerse del drama han sido Podemos y Sumar Mugimendua en su intento, largo y finalmente infructuoso, de concurrir en coalición. Llevan ya semanas haciendo precampaña por separado, con Miren Gorrotxategi como candidata de los morados y Alba García de los magenta.