Hombre corpulento, Koldo García Izaguirre tiene un historial delictivo relacionado con el uso de la fuerza. En Pamplona protagonizó uno muy sonado la noche que la selección española de fútbol ganó el Mundial de 2010, por lo que fue condenado en 2011 por la Audiencia Provincial de Navarra, junto a un agente de Policía Nacional, a pagar 900 euros de multa por agredir a un menor.

Los hechos ocurrieron, ya en la madrugada del 11 de julio de 2010, en las proximidades de la plaza de los Fueros cuando el menor acudió a un bar cercano con una camiseta en la que se leía Independentzia acompañando a su novia para que fuera al servicio. En el bar había otras personas que portaban la camiseta de la selección española, lo que hizo que un policía nacional, de paisano, le sacara del bar “agarrándolo con fuerza y a empujones”.

Una vez fuera del bar, hubo un forcejeo en el que también participó Koldo García. De hecho, según la sentencia, fue este quien “llevó agarrado de los brazos con mucha fuerza” al menor hasta otro bar, donde “le agarró del cuello y le propinó varios golpes”.

Inicialmente, el incidente se saldó con el joven detenido por apología del terrorismo. Una versión que se desmontó en el juicio, donde testigos presenciales demostraron que el joven “fue víctima de una agresión”. De hecho, los informes forenses constatan que tuvo lesiones “en tronco, extremidades, brazo izquierdo y una contusión en el muslo derecho”.

Aznar le indultó de otra pena de dos años y cuatro meses por dar una paliza

Koldo García trabajó de vigilante en el Valle de Aranguren en 1991, donde hubo muchas movilizaciones contra la construcción del vertedero de Góngora. La tarde del 17 de mayo de aquel año no había ninguna protesta a este proyecto, pero un vecino se encontró con la carretera cortada por obras. Tras media hora de espera, se quejó por que no le dejaban pasar con su coche, lo que motivó que cuatro vigilantes le dieran una paliza. Le rompieron varias costillas y los huesos de una mano. El más violento fue Koldo García. En 1995, fue condenado a dos años, cuatro meses y un día de cárcel por un delito de lesiones. Nunca llegó a entrar en prisión porque, un año después, el Gobierno de José María Aznar le indultó.