El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, José Luis Arasti, defendió ayer en el Parlamento que los beneficios fiscales permiten impulsar políticas que impactan en sectores “muy variados” y ejemplificó que algunas medidas “están orientadas a favorecer a colectivos, sectores o personas vulnerables y buscan la redistribución de la riqueza, y otras medidas tributarias tratan de favorecer la inversión, el empleo, el emprendimiento, la innovación y el relevo generacional o la digitalización”.

En respuesta a una pregunta de EH Bildu en el pleno del Parlamento foral, Arasti señaló que “la figura de los incentivos fiscales está presente en todos los sistemas tributarios que nos rodean y constituye un instrumento necesario para que la Administración implemente sus políticas fiscales”.

El consejero explicó que la tendencia de los últimos años en Navarra es que “la ejecución de los beneficios fiscales crece, pero siempre en menor medida que la recaudación tributaria”.

La portavoz de EH Bildu, Laura Aznal, defendió por su parte que los beneficios fiscales suponen casi 1.800 millones en los Presupuestos de Navarra para 2024 y advirtió de que la tendencia que los beneficios fiscales están teniendo en los últimos años es al alza. “Son una pérdida recaudatoria para las arcas forales y respecto al año anterior hay un incremento de un 20%. Estos 1.800 millones son un tercio del total de los ingresos tributaria, que en este caso la Hacienda navarra deja de percibir”, criticó.

Aznal consideró que algunos beneficios fiscales “tienen una función redistributiva, algunos tienen finalidades medioambientales, pero algunos pueden ser regresivas y beneficiar a las rentas más altas”. “Existe un elevado grado de opacidad en torno a los beneficios fiscales”, criticó.