No hubo sorpresas. Como habían anticipado la mayoría de las encuestas PNV y EH Bildu mantuvieron una igualadísima pugna por vencer las elecciones al Parlamento Vasco que se decantó finalmente del lado de los jeltzales. Aunque ambas formaciones lograron 27 escaños, los encabezados por Imanol Pradales sumaron casi 30.000 votos más que el partido soberanista.

Este resultado abre las puertas de par en par para que PNV y PSE-EE reediten un gobierno similar al actual. Con los 12 asientos de los socialistas quienes gobiernan juntos tienen una holgada mayoría –uno por encima de los 38– para continuar otros cuatro años al frente de Ajuria Enea.

La noche electoral también fue buena para el PP, que pasa de tener seis asientos en la Cámara a siete, mientras que Vox resiste con el escaño que tenía por Álava, territorio que da el acceso al Parlamento a Sumar.

Debacle de Podemos

Elkarrekin Podemos es el gran derrotado de la jornada al perder los seis representantes que tenía. En apenas ocho años, los morados han dilapidado un potencial tremendo. En 2016, en lo que fue su estreno en los comicios de la CAV, irrumpieron con 11 escaños como tercera fuerza. Hoy, sin embargo, se quedan como sigla extraparlamentaria. El empequeñecido espacio de la izquierda confederal queda reducido ahora a la presencia testimonial de Sumar, con un solitario asiento.

Pradales supera el examen

Las elecciones no eran sencillas para el PNV, con un candidato nuevo que hace solo unos meses era un perfecto desconocido para el gran público y algunas dudas acerca de si podía acusar el desgaste de los 12 años seguidos de gobierno con Iñigo Urkullu al frente.

La realidad es que el PNV sale de esta contienda en una situación envidiable. Es verdad que se deja cuatro de los 31 escaños, pero continúa siendo la fuerza más votada y se mantiene con un respaldo social similar al que tuvo en los comicios de 2012 y 2016.

Seguramente, los jeltzales se habrán visto beneficiados por el incremento en la participación en lo que ha sido una respuesta a respaldar el proyecto justo cuando los sondeos alertaban de la posibilidad de que EH Bildu les superara.

Como es tradición, el PNV ha vuelto a obtener su mayor respaldo en Bizkaia, donde ha conseguido 11 de sus escaños y ha acaparado casi el 40% de los votos.

EH Bildu sube seis escaños

También en las filas de EH Bildu tienen motivos para sentirse más que satisfechos. No en vano son las fuerza que más crece al pasar de los 21 escaños de 2020 a los 27. Un incremento de seis asientos hasta catapultarse a su mejor resultado de la historia y que numéricamente coincide con los seis que ha perdido Podemos.

Al igual que el PNV, los soberanistas estrenaban candidato y Pello Otxandiano ha solventado la reválida con nota. EH Bildu no solo ha afianzado su hegemonía en Gizpuzkoa –territorio en el que ha obtenido 11 escaños–, sino que ha conseguido imponerse por primera vez en Álava, con 8 escaños, uno más que el PNV.

Mejora el PSE

El otro partido que mejora sustancialmente su presencia en la Cámara vasca es el PSE, que sube hasta los 12 escaños. Son dos más de los que tenía ahora. Una representación absolutamente imprescindible para dar la llave del Gobierno. Aunque aritméticamente los números dan para formar ejecutivo con PNV o EH Bildu, los socialistas han repetido en numerosas ocasiones que buscarán el acuerdo con los jeltzales, algo que todo el mundo da por hecho.

El tercer partido que gana espacio es el PP, que sube un escaño hasta 7. Su mejoría. sin embargo, no tiene efectos prácticos, ya que PNV y PSE tienen mayoría absoluta.

Sumar, por su parte, tiene un amargo estreno con un solitario escaño, el mismo que logra mantener Vox, que seguirá en el Parlamento.