El Parlamento de Navarra reclama al Gobierno de España que dé pasos en el reconocimiento y la reparación de la memoria de todas las víctimas de la violencia. También aquellas motivadas por actuaciones de cuerpos policiales y colectivos de extrema derecha. Los partidos del Gobierno, PSN, EH Bildu, Contigo y Geroa Bai, sacaron adelante una moción propuesta por este último grupo, y que contó también con la abstención de UPN, que mostró una posición equidistante respecto a las víctimas del 36. El PP y Vox votaron en contra.

La demanda llega dos semanas después de que el Gobierno de Navarra acordara el reconocimiento oficial de 12 víctimas. Entre ellas Mikel Zabalza, asesinado por la Guardia Civil cuando lo torturaba en Intxaurrondo en 1985 y Mikel Arregi, acribillado a balazos también por la Guardia Civil cuando volvía a casa en coche con unos amigos en 1979. Cuatro décadas después ambas muertes siguen impunes.

Una reparación parcial, porque no no tiene efectos jurídicos, pero que cuestiona la verdad oficial y abre la vía para una reparación administrativa e institucional. Y que empieza dar sus frutos tras casi una década de trabajo en Navarra, en la que ha habido que superar dos recursos al Constitucional. En ese sentido, la moción aprobada ayer por el Parlamento pone en valor y aboga por “seguir trabajando en las políticas públicas de memoria que se han venido desarrollando desde el año 2015” en Navarra. “No podemos volver a la desmemoria. Debemos mantener el trabajo y reforzar el impulso para garantizar el derecho a las víctimas y parar estas situaciones involucionistas. Hay que combatir la desmemoria y la involución”, argumentó el portavoz de Geroa Bai, Pablo Azcona, promotor de la iniciativa.

Memoria del 36

El debate sin embargo giró en torno a la memoria histórica y las últimas medidas legislativas impulsadas por el PP y Vox para hacer una lectura revisionista de la represión franquista tras el golpe militar de 1936. De hecho, la propia moción contenía un tercer punto en el que el Parlamento de Navarra muestra su “rechazo” a que se den “pasos atrás en esta materia” y en concreto a la “derogación de leyes de Memoria Democrática”.

Un mensaje del que se desmarcó UPN. Su portavoz en la materia, Iñaki Iriarte, apeló a los crímenes del bando republicano durante la guerra para justificar su abstención. Algo que fue criticado por la socialista Inma Jurío, que lamentó que los regionalistas “sigan estando en la tapia”.

También dio su apoyo a la iniciativa EH Bildu. Pese a algunos reparos expuestos, Arantza Izurdiaga destacó que en los últimos años se han dado “pasos” y ha habido “avances”. “Somos conscientes de su complejidad pero seguiremos trabajando para remover los obstáculos que impiden a estas víctimas acabar con la impunidad”, defendió. Por su parte, el portavoz de Contigo-Zurekin, Carlos Guzmán, alertó del auge de la extrema derecha, que está “fusilar” las políticas de memoria para “reescribir la historia”.

Argumentos de los que se desmarcaron tanto el PP como Vox. Los populares apelaron a la “convivencia” y al “pluralismo” para acusar al resto de grupos de ir contra “el consenso de 1978”. Vox, por su parte, calificó de “aberrantes” las leyes de memoria, que se comprometió a derogar. “¿No les da vergüenza compartir gobierno con lo que acaban de escuchar?”, reprochó Azcona al PP para cerrar el debate.