Decenas de asociaciones y vecinos de distintos pueblos de Sakana han impulsado un gran “auzolan” para sacar adelante Arg(h)itzen, un documental que contará los efectos de la tortura sobre muchos vecinos del valle entre 1966 y 2011.

El documental se estrenará el próximo 26 de junio –con motivo del Día Internacional de apoyo a las Víctimas de la Tortura– y repasará décadas de malos tratos que han provocado más de 149 casos en una serie de pueblos que suman unos 20.000 habitantes.

Cartel del documental. El día fijado para el estreno es el 26 de junio. Diario de Noticias

En el documental quedarán reflejados los testimonios de 30 víctimas, así como la opinión experta de Serge Portelli, magistrado francés; los abogados Amaia Izko e Iñigo Iruin. Abogado; los periodistas Mikel Reparaz y Martxelo Otamendi; las psicólogas Amaia Andreu y Ainara Iraizotz; el historiador Iñaki Egaña; y la investigadora Laura Pego, del Instituto Vasco de Criminología.

Los apoyos

Los encargados de dar los detalles fueron Unai Razkin y Manu Gomez, y en la rueda de prensa celebrada en Altsasu también estuvieron Ainara Gorostiaga, de la Red de Torturados de Navarra, y Puri Galartza y Joxe Aldasoro, que sufrieron torturas en su día.

El documental ha salido adelante gracias a la colaboración de 239 personas que donaron en una campaña de recaudación de fondos, así como otras 56 que enviaron fondos de manera directa.

También han apoyado el documental los ayuntamientos de Sakana, Ziordia, Olazagutia, Urdiain, Iturmendi, Bakaiku, Etxarri Aranatz, Arbizu, Lakuntza, Arruazu, Uharte Arakil, Irañeta, Arakil e Irurtzun. Además del Instituto Navarro de la Memoria y entidades como Euskal Memoria, la Fundación Iratzar, la Fundación Olaso Dorrea, la Fundación Benedictinos de Lazkao, la editorial Elkar, Foku Producción Audiovisual y Ahotsa.

En un comunicado distribuido a la prensa, la iniciativa asegura que su intención es dar la batalla del relato en un tiempo posterior a la disolución de ETA. En ese marco, la tortura ha sido uno de los factores que más sufrimiento ha causado, denuncian. El documental también pretende “desvelar el funcionamiento de las estructuras de Estado que hacen posible la práctica permanente e impune de la tortura.