“Hay que separar la coalición Sumar, con cinco fantásticos ministros y ministras, del proyecto Movimiento Sumar”, señala Carlos Guzmán. “Sumar como proyecto aglutinador de la izquierda alternativa ha fracasado o se ha visto superado por los acontecimientos”. El coordinador general de IUN formó parte de la lista de Sumar el 9-J al Parlamento Europeo.  

¿Qué tiene que cambiar?

–Hacemos una lectura crítica del modelo de proyecto y de su proceso de conformación. Ha fallado que fuese muy personalista, con un hiperliderazgo que no se corresponde con la tradición y vocación de la izquierda española de tejer alianzas y apostar por la coralidad. En un proyecto con tanta pluralidad eso se echaba en falta. Era muy vertical y homogeneizador de las distintas sensibilidades, y la pluralidad se laminaba o quedaba subvertida por una idea común. En Izquierda Unida entendemos que este tipo de proyectos tienen que construirse con liderazgos compartidos, donde la pluralidad política tenga un gran valor. Como ha dicho Antonio Maíllo, vamos a seguir trabajando por la unidad, porque es imprescindible, con diversidad y pluralidad.

¿Qué autocrítica hace IU? Ya había advertencias en parecido sentido. Apostaron todo a una persona. 

–Dentro de este proceso superado somos muy autocríticos con nuestra participación. Íbamos viendo que tal y como se estaba construyendo no nos gustaba. No nos pareció nada acertado (remarca) cómo se gestionó la no participación de Podemos, No nos ha gustado cómo se han elaborado las listas para las elecciones europeos. Es público y notorio. Expresamos nuestro profundo malestar por que Izquierda Unida concurriese en cuarto lugar. Ya advertíamos de que corríamos el serio riesgo de quedarnos fuera del Europarlamento por primera vez. Hicimos una lectura responsable y comprendimos que presentar una tercera candidatura de izquierda alternativa iba a ser ya la puntilla, por así decirlo, de este espacio. Hicimos una campaña con IU como principal puntal o motor. Hemos participado de un proyecto en el que quizás las cartas estaban demasiado marcadas por un núcleo dirigente, y no se tenían en cuenta a los distintos partidos y organizaciones que con todas nuestras debilidades y errores, tenemos una trayectoria y experiencia que consideramos importante y necesaria.

¿Debería renunciar Jaume Asens en favor de Manu Pineda?

–Todos el mundo puede imaginarse la frustración en IU, pero que públicamente reclamemos una renuncia no ayuda a nada. Nuestra reflexión autocrítica la tiene que hacer el conjunto de Sumar y sus formaciones. Pero pedirlo públicamente no ayuda a realizar esas reflexiones con la vocación de fortalecer este espacio político. En algún momento nos tendremos que encontrar todos y todas, incluido Podemos, por supuesto. El ejemplo a seguir es el de Contigo-Zurekin priorizando las múltiples coincidencias. Porque este espacio dividido en el mejor de los casos pelea por minorías. No tiene ninguna vocación de éxito.