Ibarrola pinta una Navarra del caos en un día del partido de UPN falto de entusiasmo
La presidenta regionalista vuelve al tono bronco, al 'que vienen los vascos' y al discurso pesimista de la pérdida de vigor de la Comunidad
Cristina Ibarrola ha decidido explotar dos bazas para intentar que UPN vuelva al poder en Navarra: el cuidado que vienen los vascos y la leyenda rosa de la gestión regionalista, esa por la que Navarra alcanzó las mayores cotas de bienestar con UPN y desde 2015, desde que Barcina dejó el poder en el Gobierno foral, vive un deterioro.
Lo ha dejado claro en su primer día del partido como presidenta de UPN. Una vuelta al discurso más esencialista, con constantes guiños a la fundación del partido (como la lectura parcial del himno regionalista de entonces, una de esas odas con todos los tópicos) y la consigna principal muy clara: nacimos para poner coto al nacionalismo vasco.
Ese espíritu pudo tener pegada hace 46 años, cuando se fundó el partido, pero hoy queda algo desfasado. Quizá por eso Ibarrola ha hablado durante media hora a un público que no ha dado demasiadas muestras de entusiasmo, ni en los recibimientos, ni en aplausos atronadores, ni a la hora de sumarse a una pequeña fiesta final con los animados acordes techno de una versión española de Sará perché ti amo.
Su discurso, de casi media hora, alternó esa visión catastrófica de la Navarra actual (poco competitiva, de la que huyen empresas y personas con talento, con peores servicios) y la crítica a los pactos del PSN.
De hecho, Ibarrola subrayó en dos ocasiones que Chivite planea introducir consejeros de EH Bildu en el Gobierno de Navarra, además de que los socialistas han pactado ceder más alcaldías a los soberanistas. No desarrolló esta idea ni explicó en qué se basa, pero la repitió como profetizándola.
En cuanto a las medidas, Ibarrola destacó unas cuentas que forman parte de cualquier discurso de cualquier partido de derechas en el Estado: mejorar la seguridad ciudadana, poner vivienda a precio asequible, proteger a los propietarios y tolerancia cero con los ocupas, porque “ya está bien”. Aparte, añadió algunas que ya mencionó en la apertura de curso: hacer del inglés un modelo educativo (al mismo nivel que el euskera y el castellano), hacer gratuito el 0-3 y mejorar en la atención de los servicios públicos.
“El reto no es fácil, pero es apasionante. No elegimos las circunstancias, pero sí cómo las afrontamos. Necesitamos una actitud positiva. Juntos haremos una Navarra fuerte, próspera, una Navarra imparable”, ha terminado.
"Vivimos tiempos convulsos. Pedro Sánchez no gobierna para los ciudadanos. No le importa el precio de las cesiones, legisla al dictado de quienes quieren destruir España. La resaca que va a dejar este Gobierno...", ha dicho, sobre la situación a nivel nacional, antes de compararla con Navarra, donde "todavía es mas grave", según ha expuesto, ya que considera que el PSN está "sacrificando el progreso de Navarra" y poniendo "el objetivo anexionsita más cerca".
En ese sentido, ha afirmado que PSN y EH Bildu "están preparando el camino para gobernar juntos" y que el PSN está dispuesto a "entregar mas alcaldías, lo tienen hablado y pactado". "EH Bildu estará dentro (del Gobierno), dictando las políticas desde dentro", ha alertado, y por ello considera que "lo tiene que saber la sociedad. Este reparto institucional es perjudicial, que no permanezcan impasibles, estamos a tiempo de cambiarlo
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