El Parlamento de Navarra dio ayer un paso más hacia la aprobación de un nuevo Código de Conducta que incluye la prohibición expresa de cualquier expresión que incite, promueva o justifique el odio. La Ponencia encargada de su redacción aprobó el informe que recoge este marco ético y de comportamiento, con el respaldo de PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, partidos que alcanzan el mínimo necesario para superar la mayoría cualificada de tres quintos exigida por las normas internas.

El informe será ahora debatido en la Comisión de Reglamento, donde aún podría ser objeto de enmiendas. La propuesta no contó con el apoyo de UPN ni del PPN, mientras que Vox y la parlamentaria no adscrita no han participado en los trabajos. El texto busca reforzar la integridad, la transparencia y la ejemplaridad de los cargos públicos de la Cámara foral.

Uno de los puntos más relevantes establece que los y las parlamentarias deberán “evitar cualquier forma de expresión que propague, incite, promueva o justifique el odio contra la ciudadanía, en general, o contra determinadas personas por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia de índole personal o social”.

Además de las normas sobre expresión, el Código incorpora obligaciones para prevenir conflictos de intereses. Así, los parlamentarios deberán abstenerse de participar en procedimientos en los que puedan obtener algún beneficio personal y, en caso de duda, comunicarlo a la Mesa en un plazo máximo de 24 horas desde la convocatoria de la sesión. Será este órgano, con asesoramiento jurídico, quien decida cómo proceder.

Control patrimonial y formación en ética

El Código también refuerza los mecanismos de control patrimonial y de actividades externas. Los y las parlamentarias deberán declarar sus bienes y cualquier actividad profesional, laboral o empresarial que pueda generar ingresos o ser incompatible con su cargo. Esta información se integrará en un Registro de Intereses de carácter público, cuya actualización será obligatoria durante el primer semestre de cada año y deberá publicarse en la web del Parlamento en el plazo de dos meses, excluyendo datos sensibles.

El documento también prevé un plan de formación en ética y buenas prácticas dentro del primer año de cada legislatura, abarcando materias como el buen gobierno, la lucha contra el racismo o la prevención de discriminaciones. En caso de infracción del Código, se aplicarán sanciones conforme al Reglamento de la Cámara, en función de la gravedad de los hechos (leves, graves o muy graves).

Por último, se habilitará un canal de consultas para que tanto parlamentarios como grupos puedan aclarar dudas sobre la aplicación del nuevo marco de conducta, contribuyendo así a un entorno de respeto, igualdad y ejemplaridad institucional.