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Sergio Pérez GarcíaDirector general de Acción Exterior del Gobierno de Navarra

“Nuestro fin es que Navarra se reconozca en Europa por unas potencialidades desde una voz propia”

Joven alto cargo del Gobierno foral, en sus responsabilidades descansa parte del posicionamiento estratégico de Navarra dentro de la Unión Europea

“Nuestro fin es que Navarra se reconozca en Europa por unas potencialidades desde una voz propia”Iban Aguinaga

Sergio Pérez García es un director joven, nacido en Olite en 1989. De trato suave y cortés, muestra sin necesidad de adornarse un poso de solvencia precoz asentada en un destacable currículum. En un momento de eclosión de la geopolítica y de necesidad de Europa, Navarra busca incrementar su presencia e incidencia con visión estratégica.

Usted nació con España dentro de la CEE. Pertenece a una generación en la que Europa se ha hecho presente a todos los niveles. De ahí también su trayectoria.

–Sí, soy europeo por nacimiento, lo tengo totalmente incorporado. Otra cosa es que personas de mi generación que no lo tengan interiorizado. Este es uno de los grandes retos que tenemos: hacer comprender que en Europa no estamos, que somos Europa. En ese cambio de verbo estamos trabajando en el Gobierno de Navarra.

¿Esa conciencia europea o europeísta vino de familia?

–No, soy el primero que ha estudiado y ha podido hacer intercambios. Los Erasmus son una de las mayores herramientas que han ayudado a construir Europa. Mis padres no pudieron disfrutarlos porque no cursaron estudios superiores. A mí esa conciencia me vino porque uno de mis primeros trabajos fue en gestión de proyectos europeos, además de que estuve viviendo en diferentes países en un ámbito más multicultural.

“Tenemos el gran reto de hacer comprender que en Europa no estamos, que somos Europa. En ese cambio trabajamos en el Gobierno”

Y un día le llamaron del Gobierno.

–Yo estaba gestionando cuatro proyectos europeos en la Universidad de Navarra, aunque había estudiado en la Pública. Mikel Irujo pasó a consejero, me llamó la consejera Ana Ollo y me incorporé a la dirección en 2021. Yo tenía conocimiento sobre la mejor manera de conseguir cosas de Europa, hasta ese momento para el complejo universitario, y había sido becario de I+D en el Gobierno de Navarra durante tres años de emprendimiento. Conocía cómo funcionaban las entrañas del Gobierno de Navarra, y cómo funcionaba Europa. Lo que me encargó Ana Ollo es que hiciese de traductor entre estos lenguajes e intentase europeizar la Administración. Y eso es lo que he estado haciendo durante estos años.

Usted es cuatrilingüe.

–Inglés avanzado, francés entiendo y hablo y euskera de momento solo lo entiendo, con mis amigos hablo, pero como diría Aznar, en la intimidad. Estudié en Tafalla en castellano con asignatura en euskera.

Esa es una Navarra multilingüe que se viene dibujando, que cada vez tiene más peso.

–Cuando la política lingüística se pone a debate en el Parlamento yo digo que en nuestra generación eso está superado. Para nosotros cuantos más idiomas sepas es mejor. En Olite, en la Zona Media, no tuvimos la oportunidad de estudiar el euskera tan potentemente, cuando es una lengua propia. Nosotros estamos internacionalizados. inglés, francés, mínimo, euskera, ojalá, pero la mayoría de mis amigos habla cuatro idiomas.

Su llegada en 2021 debió ser exigente, se subía a un tren en marcha.

–Y sustituía a un doctor en Derecho Europeo como es Mikel Irujo. Al principio sentí mucho vértigo, pero pensé que si con 31 años me ofrecían esa oportunidad de trabajar por mi tierra, en temas que me gustan, y pudiendo contribuir, tenía que intentarlo. No fue fácil, pero en Ana Ollo y Mikel Irujo encontré apoyos muy potentes. Y tengo el mejor equipo de funcionarios dentro del Gobierno, porque son todas personas maravillosas que me ayudan a hacer mi trabajo,

¿Cómo ha encarado esta segunda legislatura?

–Con un poco más de experiencia y una visión ya consolidada y de conjunto. Somos un faro, vemos transversalmente a todos los departamentos y direcciones . Yo me reuní en el inicio de legislatura con cada una de las direcciones generales. Desde la Oficina de Proyectos Europeos les ayudamos a participar en Europa. Analizamos qué quieren hacer y qué existe para financiar políticas energéticas, infraestructuras, empleo, vivienda, servicios sociales... Luego la Oficina de Proyectos europeos y Acción Exterior les devolvemos una hoja de ruta para conseguir financiación. Eso nos da una visión muy trasversal de todo el Gobierno y de las 43 direcciones generales.

Visión estratégica...

–Y con la ilusión de que presidiremos en esta legislatura tres presidencias europeas. Presidimos la Alianza de Regiones de Automoción de 2023 a 2024. Estamos presidiendo la Eurorregión, desde 2024 a 2026, y en noviembre de 2025 cogeremos la presidencia de la CTP, Comunidad de Trabajo de los Pirineos, hasta 2027. Así que vamos a concatenar tres presidencias europeas, que se solapan entre sí.

Recién nombrado por primera vez se puso en marcha el primer Plan de Acción Exterior...

–Me lo encargaron, la primera vez siempre cuesta, aunque tenía el precedente del plan de la oficina de Bruselas, que hizo Mikel Irujo cuando era director general. Pero Plan de Acción Exterior como tal no existía.

Y ahora el Plan se ha renovado.

–Con esas tres presidencias europeas en esta legislatura. AcciónExterior hace de secretariado de todas. Nunca antes Navarra había estado con tanta visibilidad o presencia en Europa.

¿Qué otras diferencias nos da este momento?

–Hay nueva Comisión Europea y nuevo Parlamento Europeo, mandato que irá hasta 2029. Un arco parlamentario con fuerzas conservadoras con mayor poder, que hace que sean diferentes algunas políticas, y por lo tanto haya que redefinir estrategias.

¿Cómo cuáles?

–El Pacto Verde Europeo, por ejemplo, una de las grandes apuestas en la anterior Comisión Von der Leyen, ahora un poco más desfigurada. También hablamos de Política Europea de Defensa ahora, cuando antes no se hacía o no tenía tanto protagonismo. Los acontecimientos actuales hacen surgir voces que sugieren una política de defensa mucho más fuerte.

“Cuanta más presencia propia tengamos, más identificables seremos. Tenemos que estar, si no se nos ve. Esa es nuestra labor”

Yendo al II Plan de Acción Exterior en sí. Ustedes hablan de una “Navarra global con presencia propia”. ¿Cuál es nuestro potencial?

–Tener voz propia es una herramienta, el fin es que Navarra se reconozca por unas potencialidades, como la industria en energía verde, la agroalimentación, la automoción... Voz propia para defender los intereses de nuestra región frente a otras regiones que ya lo hacen. Que no lo hagamos no significa que el resto vaya a parar. El resto del mundo sigue con sus apuestas. Cuanta más presencia propia tengamos más identificables seremos. Igual hay intereses de los Estados miembros que no coinciden precisamente con los regionales, y tener voz propia nos ayuda. Por ejemplo, con el coche eléctrico. Tenemos que estar, si no no se te ve. Esa es un poco la labor de lobby desde Acción Exterior: participar en el Comité Europeo de las Regiones, o en los pasillos que se hacen Bruselas, donde se toman muchas decisiones. También, y es otro ejemplo, sobre los alimentos que se van a incluir dentro de indicaciones geográficas protegidas o denominaciones de origen. Igual nosotros tenemos más interés en que se incluya la ternera, el espárrago o la txistorra que otros territorios, dadas nuestras especificidades.

 ¿Íbamos tarde respecto a otras regiones del Estado o de Europa o vamos cabeceros?

–Con los recursos que contamos creo que tenemos una buena visibilidad. Se nos reconoce como la región más industrializada, también en innovación, tecnologías, políticas verdes estamos muy bien posicionados. Otras comunidades, como Catalunya o Euskadi, tienen músculo más potente en Acción Exterior y tienen más cosas en las que pueden sacar pecho, y hay otras más rezagadas.

La propia presidenta Chivite ha anunciado más presencia personal en Bruselas.

–Lo leo como que hemos sido capaces de elevar al máximo rango esa importancia de estar presentes con voz propia en Bruselas. Esta semana ha estado en el Comité de las Regiones con Ribera (vicepresidenta comunitaria) y Collboni (alcalde de Barcelona), con temas que nos interesan a Navarra, como vivienda o las renovables, y en automoción tenemos que decir qué opinamos sobre electrificación. Hay regiones italianas que están optando por flexibilizar las medidas. De hecho, el Parlamento Europeo está ya comprando algunos discursos flexibilizadores de esas inversiones realizadas en electrificación.

“Con los recursos que contamos creo que Navarra tiene una buena visibilidad, se nos reconoce como la región más industrializada”

Hace poco decía Mikel Irujo que ese es un mal camino.

–El mensaje tiene que ser firme. Como él ha dicho en varios foros, o nos lo creemos al cien por cien o ese titubeo va a ser perjudicial para los productores. Por eso ha ido la presidenta al Comité de las Regiones y participa activamente, porque en esos foros en Bruselas es donde se toman decisiones y hay que influir en el buen sentido de la palabra.

Las renovables que están en la batalla cultural. ¿Eso hace más perentoria la transición ecológica?

–En este Gobierno somos firmes defensores de las renovables, y por eso es más importante que nunca defenderlas no solo aquí, que ya lo hacemos, sino en Bruselas. Por eso tenemos que estar presentes y hablar de las bondades de las renovables, o contar proyectos como Renercycle, que reciclan palas o el proyecto de producción de hidrógeno verde. Todas las potencialidades que tengamos tenemos que ser capaces de contarlas para que lo vean como ejemplo.

¿El riesgo es ir a Europa como quien va a un banco a pedir crédito?

–Efectivamente, se mira Europa en busca de financiación y me gustaría trasladar que Europa es mucho más que financiación. Esto Ana Ollo lo repite siempre. Europa es el conjunto de democracias donde más se respetan los derechos humanos. Pero en algo que se estaba dando por hecho parece haber cuestionamientos nuevos. De ahí la Europa por la que apostamos: social, igualitaria,, justa, diversa. El lema de Europa es unidos en su diversidad. Y así es como tenemos que mantener sus democracias.

“Tenemos que sumar fuerzas con Euskadi y Nueva Aquitania”

A veces en Europa confundimos ideal y realidad.

–Nosotros intentamos descifrar Europa, hacerla entendible. Nos interesa es explicar todo eso que es difícil de entender, para que la ciudadanía esté bien informada y tome sus propias decisiones. Tenemos que repensar el proyecto europeo o poner en valor algunos de aspectos.

¿La invasión rusa de Ucrania ha cambiado el tablero?

–Yo nunca pensé que iba a llegar eso, y de repente nos lo encontramos en nuestra propia casa. Fue un terremoto y afectó en elecciones en diferentes estados. Luego vinieron otros pasos de política internacional. En los últimos cien días de Trump ya se ve cómo está influenciando en los posicionamientos de diferentes países. No es fácil. La geopolítica nunca es fácil. En el tablero mundial cada toque tiene afección en el resto.

¿En qué medida cree que se conocen la Eurorregión y Macrorregión y deben explicarse las ventajas de colaborar?

–La colaboración interregional es fundamental. No estamos solos, tenemos que sumar fuerzas con territorios como Euskadi y Nueva Aquitania, que tenemos unas similitudes y un interés compartido, y creemos que yendo juntos podemos conseguir más que yendo cada uno de manera individual.

“La Eurorregión nos permite trabajar conjuntamente en políticas comunes a los tres territorios llegando ahora casi hasta Poitiers”

¿Y sobre la llamada Macrorregión Atlántica?

–Está en proceso de creación. Yo creo que la veremos. En Navarra estamos impulsándola activamente o apoyando el impulso que da sobre todo Euskadi, pero también Nueva Aquitania. Es una estructura deseada para hacer influencia sobre el arco atlántico. Ya existen en Europa otras macrorregiones. Son figuras reconocidas por los tratados y por las diferentes instituciones europeas. Nosotros apoyamos desde Navarra la creación de la atlántica, en ese proceso de lobby con respecto a las instituciones europeas y con respecto a terceros.

El exlehendakari Urkullu presentó la semana pasada un think tank al respecto, eAtlantic, lo que da una dimensión del asunto.

–Y no solo el exlehendakari, están los grupos que componen esa fundación. Hay una alianza de universidades atlánticas, de cámaras de comercio del Atlántico, un sector de la sociedad civil ya ha visto toas las potencialidades económico sociales que tiene esa Macrorregión Atlántica, bien sea por flujos comerciales, por capital intelectual, pero políticamente nos interesa esa influencia, porque también está en juego la Macrorregión Mediterránea, que no existe, y hay otras voces que están trabajando por esa creación.

Volviendo a la Eurorregión...

–A la que nos unimos en 2017, con el Gobierno de Barkos. Se inició en 2011. Nos ha permitido trabajar conjuntamente en políticas comunes a los tres territorios, a Euskadi, a Navarra y a Nueva Aquitania, que antes era Aquitania, pero en la reorganización administrativa ahora casi llega a Poitiers. Lo digo para aquellos que creen que este es un proyecto independentista de Euskal Herria, para que vean el mapa y se informen un poco de qué estamos hablando. La Eurorregión es una de las 68 que hay en Europa. Son AECTE (Agrupaciones Europeas de Cooperación Territorial) reconocidas por los Estados, por la Comisión y por el Comité de las Regiones. España forma parte de seis: Portugal-Galicia, Portugal-Extremadura, Portugal-Andalucía, Navarra-Nueva Aquitania-Euskadi, Aragón-Occitania, Catalunya-Occitania. Creemos en este espacio transfonterizo porque la mayoría de las capitales de los Estados son centristas, muy alejadas de la frontera. Por lo tanto no tienen en cuenta las necesidades de la ciudadanía fronteriza. Para la Comisión Europea Navarra en su conjunto es transfonteriza. Toda Navarra lo es.

“Tenemos que entender las bondades de tener el 25% de la frontera España-Francia en Navarra y ver qué oportunidades nos da eso”

¿Cuáles son los objetivos de aquí a 2027 en Acción Exterior?

–Afianzar la apuesta europeísta del Gobierno, que esté totalmente fuera de dudas que hay que estar en Bruselas. Que cada vez más consejeros y directores generales quieran participar en las políticas europeas. Una bidireccionalidad entre más Navarra en Europa y más Europa en Navarra. Que toda la ciudadanía navarra se sienta interpelada como transfonteriza, que por ejemplo, un ciudadano de Corella entienda las bondades de tener el 25% de frontera España-Francia en Navarra y ver qué oportunidades nos da eso. Y mejorar constantemente la relación con los navarros y navarras en el exterior, que los que se vayan encuentren cuando quieran volver las mejores herramientas para retornar. Es lo que intentamos hacer desde la Oficina de Retorno, una vez han tomado la decisión. Es entonces cuando el Gobierno les tiene que apoyar, en igualdad de condiciones que el navarro que nos encontramos viviendo aquí.