La senadora de Geroa Bai, Uxue Barkos, criticó este lunes en el Senado que el recrecimiento de Yesa, impulsado hace más de dos décadas, acumula importantes sobrecostes y retrasos, calificó el proyecto como “un monumento a la insensatez” y señaló que “nada ha salido según lo previsto inicialmente, pero el PSOE sigue sin atreverse a cuestionarlo”. Concretó que “su presupuesto inicial contemplaba 110 millones de euros y a día de hoy se ha multiplicado por cinco, se ha encarecido en un 500% y por cuestiones de seguridad, porque siguen produciéndose movimientos en la ladera derecha”.

Barkos intervino en la Comisión de Transición Ecológica de la Cámara Alta para defender una moción que fue rechazada con el voto en contra de PSOE, PP y UPN, mientras Geroa Bai, EH Bildu, PNV y ERC votaron a favor. El texto pretendía paralizar las obras del recrecimiento del embalse y revisar de forma integral el proyecto.

Desde el PSOE, Javier Remírez defendió que Yesa es una infraestructura “estratégica, segura y necesaria” para Navarra, “fundamental” para el abastecimiento, el regadío y la contención de avenidas del Ebro. El representante socialista navarro subrayó que se ejecuta bajo “las normas de seguridad más exigentes”.

EH Bildu alertó del “riesgo” que supone continuar con unas obras que, según el senador Mario Zubiaga, acumulan fallos técnicos y sobrecostes y reclamó su paralización “hasta que no exista una certeza técnica y científica de que no conllevan peligro”. “Esta obra ha sido motivo de preocupación constante para la población de la comarca de Sangüesa”, recordó.

Por su parte, la senadora de UPN, María Caballero, criticó que algunos partidos “sigan bloqueando infraestructuras clave”, como ya ocurrió, dijo, con el embalse de Itoiz. Aseguró también que las obras en Yesa avanzan “con garantías” y supervisión técnica.

Finalmente, Igotz López (PNV) afirmó que “nadie puede dudar que la ampliación del pantano de Yesa está caracterizada, precisamente, por graves problemas: de seguridad geotécnica, de retrasos y sobrecostes”. “Esta obra está siendo un mal sueño”, criticó.