El Parlamento de Navarra ha conmemorado este miércoles el 25º aniversario de la Ley Foral 4/2000, de 3 de julio, que dio origen al Defensor del Pueblo de Navarra-Nafarroako Arartekoa, con un acto en el que tanto el Defensor del Pueblo de Navarra, Patxi Vera, como el Defensor a nivel nacional, Ángel Gabilondo, han situado la "integración social, económica y cultural" de "todas las personas" y la "incorporación" como principal reto actual.

Entre otros ejemplos, Vera ha hecho referencia al COA de Marcilla. "Esos jóvenes lo que quieren es integrarse y trabajar, están aprendiendo un idioma, un oficio. Los tenemos que integrar igual que queremos que a nuestros jóvenes que están en otros países nos gustaría que los acogieran y los integrasen", ha dicho, tras añadir que "la integración tiene que ser transversal".

En la misma línea se ha mostrado Gabilondo, si bien ha indicado que "integración" es una "palabra hermosa" pero "insuficiente". "Siempre hablo de incorporación", ha dicho, tras apostar por "incorporar de pleno derecho como miembros activos de nuestra sociedad a quienes vienen de otros lugares". "Las personas tienen derechos y no hay ningún ser superior al otro. Nunca son un medio, siempre son un fin", ha indicado, tras destacar también como reto la vivienda y la inmigración.

Al acto, encabezado por la presidenta de Navarra, María Chivite, y el presidente del Parlamento foral, Unai Hualde, han asistido, entre otros, representantes de los grupos parlamentarios; consejeros del Gobierno de Navarra; los senadores Javier Remírez, Nuria Medina, Antonio Magdaleno y María Caballero; el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, el presidente de la FNMC, Xabier Alcuaz; el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero; y los Defensores del Pueblo Esther Giménez (Catalunya), Inés Ibáñez (adjunta del Ararteko), Jesús Maeztu (Andalucía), Ángel Luna (Valencia), Alicia Carpintero (adjunta del Procurador del Común de Castilla y León) y el ex Ararteko Manuel Lezertua.

También han asistido Edurne Eginoa, directora de la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción; Juan Luis Beltrán, presidente del Consejo de Transparencia; Ana Clara Villanueva, presidenta del Consejo de Navarra; Joaquín Galve, presidente del TSJN; Jaime Goyena, fiscal superior de la Comunidad Foral; Iván Ortueta, jefe de la Policía Foral; Francisco José Briones, coronel delegado de Defensa en Navarra; José Miguel Barbero, coronel jefe de la 9ª Zona de la Guardia Civil; y distintos representantes de asociaciones, ONG y entidades culturales, deportivas y benéficas.

En un diálogo mantenido con Gabilondo, Patxi Vera ha destacado el aumento de la actividad de la institución, debido a que "la ciudadanía conoce más la institución después de todos estos años". El año pasado las recomendaciones a las administraciones fueron aceptadas en 600 casos, lo cual también "genera un boca a boca".

Por su parte, Gabilondo ha remarcado que la labor de los defensores del Pueblo "no es contra las administraciones ni frente a las administraciones, sino ante las administraciones". "Nosotros caminamos al compás de los pasos de la ciudadanía", ha dicho, tras añadir que "no somos un grupo de visionarios" que se dedican a "poner nota". "Nuestro espejo son los derechos humanos", ha reivindicado. Además, ha considerado que la sociedad "siente que la administración está lejos, no sabe cómo comunicarse con ella". "Vienen al Defensor no digo como último recurso, sino pidiendo una ayuda que quizá no han encontrado", ha manifestado.

En su intervención, Chivite ha destacado que la institución "contribuye a mejorar la calidad democrática, protege y mejora los derechos y libertades" de la ciudadanía, contribuye a "consolidar la separación de poderes", y es "políticamente independiente", lo cual le "permite actuar con objetividad, libertad de criterio".

Según Chivite, el Defensor trabaja "con la mirada puesta en defensa de la ciudadanía, sin la adscripción política que no solo empodera a las personas individuales sobre la maquinaria administrativa, sino que garantiza que las relaciones entre los poderes públicos cumplen su función". Ha añadido Chivite que cuestiones como "la desinformación o la manipulación informativa alejan a la ciudadanía de los asuntos públicos", por lo que ha defendido los "frenos y contrapesos propios de una democracia equilibrada".

El presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, ha afirmado que el trabajo realizado por todas las personas que han formado parte de la institución "ha contribuido a labrar el bien merecido prestigio y buen nombre del Defensor del Pueblo" en Navarra. Según Hualde, la sociedad navarra "se caracteriza por ser solidaria y comprometida, pero a la vez reivindicativa y exigente", algo que muestra el aumento del trabajo del Defensor.

Por otro lado, Hualde ha afirmado que "la actualidad, desgraciadamente, vuelve a estar monopolizada de manera profusa por la mala praxis o corrupción de personas aisladas", pero esto "no debe distorsionar la realidad de una práctica correcta generalizada en las instituciones públicas". "Los casos aislados, convertidos en noticia y amplificados hasta la saciedad, por muy lamentables que sean, no deben emborronar la buena política y el buen servicio público, siempre mejorable", ha dicho.

Previamente, María Jesús Aranda y Francisco Javier Enériz, predecesores del actual Defensor del Pueblo de Navarra, han recordado los primeros hitos de la institución. Una entidad que, según los datos ofrecidos, ha atendido a lo largo de sus veinticinco años de trayectoria a más de 146.000 personas.

En concreto, María Jesús Aranda ha destacado la "estabilidad" de la institución del Defensor del Pueblo, ya que "en estos 25 años solo tres personas" la han presidido. Ha relatado Aranda que sus inicios fueron "duros y apasionantes" y que los principios de "imparcialidad, objetividad, eficacia, sencillez en el acceso, gratuidad y confidencialidad" dirigieron su trabajo.

Por su parte, Francisco Javier Enériz ha explicado que cuando accedió al cargo, en 2007, encontró una institución "en perfecto estado de revista" por el "excelente trabajo" realizado por su predecesora, y una situación de "bonanza económica envidiable". Sin embargo, esto cambió en 2011 con el inicio de la crisis y los intentos de suprimir la figura del Defensor en distintas comunidades. "Me tocó defender la institución", ha relatado, tras añadir que se suprimió en algunos territorios "pero en Navarra no". También ha añadido que el periodo de la pandemia "fue horroroso", fundamentalmente "por lo que implicaba de recortes" personales y fundamentales.