El nombramiento de Elma Saiz como portavoz del Gobierno apuntala el papel del PSN en un momento de especial debilidad

La navarra Elma Saiz Delgado ha sido nombrada nueva portavoz del Gobierno de España en sustitución de Pilar Alegría. Su designación apuntala el peso político del socialismo navarro en un momento de especial debilidad interna del PSOE tras la caída en desgracia del milagrés Santos Cerdán y la sitúa como la cara visible del Consejo de Ministros en la segunda mitad de la legislatura.

Ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones desde noviembre de 2023, Saiz añade ahora a sus funciones la tarea de explicar los acuerdos del Gobierno de coalición y de responder a las preguntas de los periodistas desde La Moncloa, en un contexto especialmente complejo: un Ejecutivo en minoría parlamentaria y rodeado de escándalos.

Su llegada a la portavocía se produce en un momento de especial fragilidad política para el Gobierno, marcado por crisis internas en el PSOE, tras la implicación de dos exsecretarios de Organización —Santos Cerdán y José Luis Ábalos— en una presunta trama corrupta y una sucesión de polémicas que han tensionado la acción del Ejecutivo. A este escenario se suma el impacto político y social de los casos de abusos sexuales que han afectado al principal partido del Gobierno, un asunto especialmente sensible para un Ejecutivo que ha hecho del feminismo una de sus principales banderas.

Una trayectoria ligada al PSN

Nacida en Pamplona el 2 de diciembre de 1975, Elma Saiz inició su trayectoria política en el PSN, formación a la que se afilió en 2003. Es licenciada en Derecho y máster en Asesoría Fiscal por la Universidad de Navarra, y antes de dedicarse plenamente a la política desarrolló su carrera profesional en el ámbito de la consultoría jurídica y tributaria, además de ejercer como docente universitaria. Su primera experiencia institucional llegó tras concurrir en las listas socialistas al Parlamento de Navarra, donde fue parlamentaria foral entre 2005 y 2007. Posteriormente fue nombrada delegada del Gobierno en Navarra, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo, que desempeñó hasta 2012.

Tras varios años alejada de la primera línea institucional, regresó en 2019 como concejala en el Ayuntamiento de Pamplona, formando parte del grupo municipal socialista tras las elecciones locales. Sin embargo, su paso por el Consistorio fue breve. Apenas unas semanas después de constituirse la corporación, Saiz abandonó su acta de concejala para incorporarse al primer Gobierno de María Chivite como consejera de Economía y Hacienda, una de las carteras con mayor peso político.

En la recta final de la legislatura asumió también la portavocía del Ejecutivo foral, lo que reforzó su posición interna antes de asumir la candidatura socialista a la alcaldía de Pamplona. Sin embargo, su segunda etapa en el Ayuntamiento no fue mucho más duradera que la primera. Tras negarse a pactar la investidura de Joseba Asiron como alcalde y dejar el mando de la ciudad en manos de Cristina Ibarrola, Saiz volvió a abandonar el Consistorio tras la llamada de Pedro Sánchez para asumir la cartera de Seguridad Social. Solo después de ese movimiento pudo materializarse el pacto entre las fuerzas progresistas que devolvería a EH Bildu la alcaldía de la capital. Antes de que se hiciera pública su nueva responsabilidad, Saiz se acordó de sus excompañeros en el grupo municipal, a los que comunicó personalmente la noticia.

De Pamplona a Madrid

En noviembre de 2023, Saiz fue nombrada ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, convirtiéndose en la cuarta ministra navarra desde la Transición, tras Carlos Solchaga, Javier Moscoso e Ione Belarra. Su designación fue una de las sorpresas del nuevo Gobierno de coalición PSOE-Sumar y reforzó el papel del PSN gracias al que todavía manejaba el timón de Ferraz, Santos Cerdán.

Desde su llegada al Ministerio, Saiz ha continuado la reforma del sistema de pensiones iniciada por su antecesor, José Luis Escrivá, cerrando medidas pendientes como los incentivos a la jubilación demorada y la mejora de la jubilación parcial con contrato relevo, además de impulsar cambios para facilitar el acceso al Ingreso Mínimo Vital. Su etapa ha estado marcada también por episodios de tensión laboral, como la propuesta de bajas laborales flexibles o el debate con los autónomos por el nuevo esquema de cuotas previsto para 2026, finalmente suspendido.

En materia migratoria, Saiz ha defendido de forma explícita la aportación positiva de la población extranjera y ha mantenido una postura antirracista frente al endurecimiento del discurso de la oposición. En 2024, su Ministerio tuvo que afrontar el récord de llegadas irregulares a Canarias, lo que puso bajo presión el Programa de Atención Humanitaria y generó críticas de comunidades autónomas y ayuntamientos por la gestión de los recursos.

En 2025 ha impulsado una reforma del reglamento de extranjería que flexibiliza el arraigo con el objetivo de regularizar a 900.000 personas en tres años, una iniciativa que también ha recibido críticas sociales por sus efectos sobre los solicitantes de asilo y que ha sido recurrida judicialmente por varias entidades sociales.