Un estadounidense de 57 años, que intentaba dejar de fumar con la ayuda de un cigarro electrónico, sufrió graves heridas en su boca tras explotar la batería del cigarrillo justo cuando lo estaba utilizando. Joseph Parker, del departamento de bomberos explicó que fue como meterse un petardo en la boca. "Sujetar un pequeño cohete con la boca y que de pronto explote. La batería salió del tubo y comenzó a arder", explicó Parker. De hecho su esposa, que se encontraba en otra habitación, se pensó que había sido un petardo. Dicha explosión le provocó graves quemaduras en el rostro, ha perdido parte de su lengua y casi todos sus dientes. Todavía no se conoce la marca del cigarrillo, ni el tipo de batería ni la antigüedad. Pero Thomas Kiklas, cofundador de Asociación Tobacco Vapor Electronic Cigarette, aseguró que este es un caso aislado y que no conoce alguno otro similar. De hecho más de 2,5 millones de estadounidenses consumen cigarrillos electrónicos sin haber nunca reportado ningún tipo de problema parecido.
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