PEKÍN. El diario anima a los lectores a participar en el juego, denominado "Lucha contra la Corrupción", y señala que "todos tienen responsabilidad en la lucha contra la corrupción y la malversación".

El juego se desarrolla en una prisión con ocho ventanas, en las que de vez en cuando se asoma un corrupto que intenta escapar, y el jugador debe impedirlo disparándole con una pistola eléctrica o "taser".

En la pantalla aparecen cuatro tipos de corruptos chinos: uno que soborna, otro que amasa grandes fortunas ilícitamente, otro que ejerce el tráfico de influencias y un cuarto que parece tener relaciones extramatrimoniales (el PCCh también persigue el adulterio entre sus altos cargos).

Dar una descarga a cada uno de estos personajes, que con el paso del tiempo salen cada vez con mayor rapidez en pantalla, da 100 puntos al jugador, aunque éste puede perder puntos si se equivoca y utiliza el "taser" contra los policías que también aparecen intermitentemente.

El juego se sitúa línea con la campaña anticorrupción que inició al llegar al poder el presidente chino, Xi Jinping, y que le ha costado importantes condenas a prisión a exaltos cargos como el exministro de Ferrocarriles Liu Zhijun o el antiguo secretario general de la metrópolis de Chongqing Bo Xilai.