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El pueblo de Navarra "con una cueva de 120 metros y una fiesta ancestral" que sorprende a National Geographic

Una localidad "rebosante de naturaleza donde el papel de la Inquisición dejó una de las cazas de brujas más sonadas"

El pueblo de Navarra "con una cueva de 120 metros y una fiesta ancestral" que sorprende a National GeographicEduardo Sanz Nieto

"En el valle de Xareta, al norte de Navarra, la frontera es una línea que se esconde y desaparece entre montañas, riachuelos, pastos, hayedos y robledales salpicados por castaños y pinares. Sus cuatro pueblos están unidos por lazos de vecindad, más aún, parentesco, y una lengua común, el Euskara. Son Sara y Ainhoa en el norte vascofrancés y Urdax-Urdazubi y Zugarramurdi en el sur. Este último, objeto del misticismo que la convivencia medieval con 'brujas ha dejado a su paso, está casi dos horas al norte del pueblo más monumental de Navarra y no muy lejos de los cinco castillos que visitar en una escapada a esta región", así es como desde National Geographic presentan una localidad "rebosante de naturaleza donde el papel de la Inquisición dejó una de las cazas de brujas más sonadas de España".

Zugarramurdi, testigo de una de las cazas de brujas más sonadas del país

El municipio en cuestión no es otro que Zugarramurdi, "sorginen herria, el pueblo de las brujas". Según explica desde la prestigiosa publicación de viajes, todo tiene su origen en los hechos que acontecieron aquel terrible año del Señor de 1610.

Año en el que la Inquisición llevó a cabo una de las cazas de brujasmás notorias de España, tal y como así la califican desde National Geographic. Y es que, según explican, numerosos habitantes fueron acusados de participar en aquelarres y prácticas satánicas en la cueva de Zugarramurdi, una formación kárstica de 120 metros de longitud y 10 metros de altura, esculpida por el arroyo Olabidea, también conocido como Infernuko Erreka o "Arroyo del Infierno".

"Una cueva de 120 metros, historias de la Inquisición y una fiesta ancestral"

Tal y como así lo indican desde National Geographic, actualmente la cueva es un atractivo turístico que combina su belleza natural con la carga histórica y mítica del lugar. Cada 18 de agosto, se celebra el 'zikiro jate', una fiesta ancestral en la que se degusta cordero asado en vara de avellano, rememorando las antiguas reuniones comunitarias que, según la tradición, tenían lugar en este enclave. Una celebración que reúne tanto a locales como visitantes, manteniendo vivas las costumbres y el legado cultural de Zugarramurdi.

"Hoy, Zugarramurdi es hermosura en su paisaje y su patrimonio, y es música de dultzaina y trikitrixa con versos cantados en la vieja lengua vascona. Porque lo que Lancre y los inquisidores de Logroño no sabían es que, según se cuenta, el Diablo no sabe Euskara. De hecho, viendo que quienes habitaban estas tierras nunca iban al infierno, decidió aprenderlo para poder tentarlos", concluyen desde National Geographic.