Llega el verano y las vacaciones y todos tendemos a desconectar, a relajarnos de las estrictas obligaciones y rutinas que llevamos durante el resto del año. En este sentido, muchas personas descuidan demasiado su alimentación y dejan de prestar atención a lo importante que es llevar una dieta rica y equilibrada para nuestra salud, tanto física como mental.

Es cierto que mantener un estilo de vida saludable cuesta trabajo, ya sea por nuestro ritmo de vida, el estrés cotidiano, que a veces impide invertir tiempo para pensar y preparar las recetas más saludables, pero hacer un esfuerzo extra y pensar en cierta organización alimentaria merece la pena, ya que solo así nos aseguraremos un estado de salud óptimo, activo y fuerte.

Por eso y para no tirar por la borda todos los esfuerzos que se han hecho durante el año, los nutricionistas de Club Metropolitan proponen una serie de consejos con los que compaginar la faceta viajera-vacacional con un estilo de vida saludable.

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Claves para tus vacaciones

  • La importancia de la hidratación. Mantener una adecuada hidratación es imprescindible en cualquier dieta, pero en verano es aún más importante. Con el aumento de temperaturas, es probable que sufras deshidratación, por lo que es necesario ingerir entre 1,5 y 2 litros de agua al día.
  • Distribuye bien las comidas. Evita pasar muchas horas sin comer para evitar atracones, que te incitarán a comer alimentos menos saludables o a comer en demasía. Lo ideal es que sigas manteniendo una rutina de horarios de comidas. Intenta mantenerte saciado para evitar atracones.
  • Los alimentos de temporada, tus mejores aliados. Las frutas y verduras propias del verano no contienen aditivos y tienen un alto valor nutricional. Melón, melocotón, sandía, nectarina, higo, frambuesa, calabacín, berenjena, zanahoria, remolacha y tomate serán sus mejores aliadas.
  • Evita comidas copiosas. Intenta no consumir alimentos y platos muy grandes, aunque sean saludables. Además, minimiza el consumo de grasas malas y prioriza aquellas más saludables, como el aceite de oliva o los aguacates.
  • Cocinar más saludables. Opta por cocinar los alimentos a la plancha, al valor, al horno, a la parrilla o incluso a la barbacoa. De esta forma, facilitarás la digestión y tu organismo sentirá mayor bienestar. Evita alimentos fritos y rebozados.
  • Modera el consumo de carne. Moderar el consumo de carne roja y del resto de carne. Toma más raciones de pescado, ya que contienen más agua y ayudan a la hidratación y la digestión.
  • Cuidado con el alcohol. Debes evitar consumir alcohol, ya que ayudará a que tu cuerpo se deshidrate y estarás consumiendo calorías vacías que no tienen ningún valor nutricional.
  • Controla los postres. Es normal que con las altas temperaturas te apetezca comer algo dulce y fresco, como el helado. Puedes hacerlo, pero intenta que sea ocasional y elige la opción más nutritiva. Puedes sustituir los helados por fruta fresca, postres lácteos o sorbete sin azúcar.

Más allá de estas claves, es de suma importancia adquirir unos buenos hábitos nutricionales y que se mantengan en el tiempo. Y es que saber la teoría es tan relevante como ponerla en práctica. Recuerda que no se habla de dietas ni de nada restrictivo, sino de conocer tu cuerpo, sus necesidades y de darle lo que realmente necesita para que funcione bien y pueda rendir como esperas.