Después de este verano de 2022 que hemos sufrido, a la mayoría no nos resulta extraña la sensación de levantarnos de la cama empapados de sudor víctimas de noches tórridas y tropicales. Hasta ahí, todo normal. La incomodidad de no poder dormir porque las sábanas se pegan al cuerpo, por una almohada humedecida y recalentada, por la sensación pringosa de un cuello o unas axilas mojadas suele desaparecer cuando la temperatura nocturna baja y nuestro dormitorio recupera su temperatura normal.

Pero, ¿y si se sigue sudando a pesar de que la situación vuelve a su ser? Entonces es probable que esa persona sufra de hiperhidrosis nocturna, sudoración excesiva por la noche. Se calcula que estos sudores nocturnos los pacede un 40% de la población.

Sudar por la noche puede llegar a provocar que se duerma mal y afectar a la vida cotidiana. Freepik

Esta molesta afección no es en sí misma una enfermedad, pero sí puede ser señal o síntoma de un problema o de una enfermedad de momento oculta.

Causas circunstanciales de fácil solución

Básicamente es un consecuencia de la termorregulación corporal durante noche, que puede verse afectada por causas externas como el calor, un exceso de abrigo o un dormitorio muy cargado. Incluso dormir acompañado.

Para solucionarlo, puede bastar con mantener la habitación aireada con las ventanas abiertas, usar un ventilador en verano o controlar la calefacción en invierno, emplear ropa de cama más ligera, así como usar prendas para dormir de telas livianas y que no sean ajustadas al cuerpo.

También es aconsejable con lo que se cena (que debe ser unas horas antes de meterse en la cama) antes de acostarse, pues conviene evitar las bebidas excitantes como el café, el te, las llamadas “energéticas”y también el alcohol. Igualmente hay que ingerir algo ligero, eludiendo tentaciones pesadas o picantes. Al hilo de esto, el sobrepeso puede ser también una causa de estos sudores que hacen que tengamos una mala calidad del sueño.

Un simple ventilador puede ser suficiente para resolver esta situación si es circunstancial. Pixabay

Problemas de salud

Otro desencadenante de la hiperhidrosis pueden ser la ansiedad y el estrés, por lo que sería conveniente aprender técnicas de relajación para emplearlas antes de ir a dormir.

Algunas causas comunes pueden estar en los cambios hormonales naturales durante las diferentes etapas del desarrollo. De esta manera no es extraño que en la adolescencia se sude mucho por la noche, pero también son normales durante la menopausia y la perimenopausia con los conocidos sofocos. Y los hombres no se libran ya que la caída de la testosterona también pueden producir que por las noches aumente la sudoración.

El exceso de transpiración puede ser señal de un problema mayor. Freepik

Más allá de esto, no se debe ignorar esta situación y plantearse acudir a una consulta médica porque, tal y como explican desde la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis “no hay que ignorar los sudores nocturnos, que pueden se causados por muchas enfermedades”, entre las que se pueden encontrar infecciones que involucren fiebre como una simple gripe, pero también otras como la tuberculosis; la hipoglucemia, el reflujo gastroesofájico, que además de acidez puede provocar sudor; la apnea nocturna, algunos trastornos neurológicos e, incluso, en fases tempranas de algunos tipos de cáncer como la leucemia o un linfoma.

Además, la consulta con un especialista también puede aclarar si es el uso de algún medicamento lo lo produce, ya que tratamientos hormonales, antidepresivos o cortisonas pueden causar este problema como efecto secundario.