Cada vez son más los estudios que revelan la importancia de la microbiota, también conocida como flora intestinal, para el buen funcionamiento del sistema inmunitario, un factor fundamental para poder hacer frente a posibles infecciones.
Para fortalecerla es importante tener en cuenta esta lista de consejos:
Tomar prebióticos
Se trata de fibras vegetales especializadas que se encuentren en muchas frutas y verduras, sobre todo en aquellas que contienen carbohidratos, como la fibra y el almidón. En esta lista se pueden incluir alimentos como los espárragos, la calabaza, las nueces, el miso, el kéfir, el caldo de pollo o el yogur natural.
Antioxidantes
Cuantos más consumas, mejor. Los alimentos que son una excelente fuente de antioxidantes son los arándanos, la cebolla, el orégano, las espinacas, el comino, el ajo, el chocolate negro con un 70% de cacao mínimo, la cúrcuma, la col rizada o bebidas como el té blanco.
Los probióticos
A tope de bacterias vivas, los probióticos ayudan a tener una microbiota variada. Puedes aportarlos a tu día a día a través de suplementos y también a través de alimentos probióticos. Si son suplementos, pregunta a tu profesional de la salud cuáles son los más apropiados para tu condición.
Menos azúcar, grasas y carnes
Hoy en día abusamos de las grasas saturadas y trans, así como de carnes rojas y azúcares. Esos productos son los que alimentan a las bacterias malas, por lo que es muy importante no abusar de ellos.
Evita el estrés
Altera la microbiota con el consecuente perjuicio para la salud general.
Descansar es vital
Respeta los ritmos circadianos. Si no duermes convenientemente estás haciendo un flaco favor a tu microbiota y tienes más posibilidades para tener enfermedades inflamatorias. Lo ideal es descansar 8 horas por la noche. No te expongas a pantallas antes de acostarte, e intenta comer entre 3 y 4 horas antes de irte a la cama.
Evita los antibióticos
Ciertamente sanan muchas infecciones, pero no son selectivos. Así, son buenos para curar enfermedades, pero son fatales para la microbiota. Los nutricionistas proponen que cuando compres productos cárnicos busques que no hayan sido criados con antibióticos. Si, inevitablemente, debes tomarlos para matar bacterias patógenas, toma un probiótico durante o después del tratamiento para reponer las bacterias intestinales.