El desayuno, tal y como señalan desde IMQ, "permite hidratar el cuerpo, evita los efectos de un ayuno prolongado y reorganiza los cambios metabólicos que se dan durante la noche".
El desayuno debe aportar aportar entre el 20% y el 25% de las calorías totales
Desde la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética señalan que la primera comida del día debe aportar entre el 20% y el 25% de las calorías totales, aunque este porcentaje se puede repartir entre el desayuno y un pequeño almuerzo a media mañana. Es, precisamente, en el desayuno cuando se debe proporcionar al cuerpo una cantidad importante de minerales, como calcio, magnesio y potasio, y vitaminas.
En la línea con lo que comentan los especialistas de IMQ, "para conseguir un desayuno equilibrado, es importante ir variando su contenido a lo largo de la semana e incluir siempre al menos tres grupos de alimentos distintos: lácteos, cereales y fruta. Además, es muy recomendable complementarlos con pequeñas raciones de otros alimentos que sean fuente de proteínas y grasas insaturadas, como el huevo, los frutos secos, fiambres magros o aceite de oliva".
El error al desayunar del que alerta Boticaria García
Quien tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de la hablar de la primera comida del día ha sido la farmacéutica, nutricionista y óptico-optometrista, Boticaria García. En una de sus intervenciones en el podcast 'Tiene Sentido Pódcast', la especialista hace especial hincapié en un error que se comete al desayunar.
"Cuando tú desayunas el desayuno de los campeones, que toda la vida en este país era la leche con el Cola Cao, el zumito y las galletas que siguen poniendo en los hospitales, tú realmente lo que vas a tener es un pico de glucosa, un pico de insulina. La ciencia lo que nos dice es que cuando la caída, cuanto más empinada es la caída, antes aparece el hambre. Y si tú desayunas azucarado, caes a las dos o tres horas vas a querer, porque tu cuerpo quiere buscar el equilibrio. Va a ser con otras galletas. Ese Dragon Khan en el que entras pueden ser unas 300 calorías más. Dependiendo de distintos estudios podemos hablar hasta de 9 kilos al año. Porque has entrado en ese azúcar que te va a llevar a comer más y que incluso cuando estás en ese pico, ese azúcar, que tu cuerpo no es capaz de gastar, porque está siendo sedentario. Tenemos que hacer esos snacks de ejercicio. SI tu no hacer ejercicio y no lo gastas, ese azúcar se va al hígado y se convierte en grasa. Entonces ahí está el problema", explica de manera detallada Boticaria García.