Según datos del Ministerio de Agricultura, en España se consumen entorno a 20 gramos diarios de cebolla fresca, "lo que supone más de siete kilos al año o unas 47 cebollas medianas por persona, algo que no sorprende si tenemos en cuenta la multitud de recetas que comienzan con la instrucción de sofreír cebolla y/o ajo", relatan desde la Organización de Consumidores y Usuario (OCU).
Más de siete kilos al año o unas 47 cebollas medianas por persona
La cebolla, tal y como así lo hacen saber desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN), es un alimento con bajo contenido energético. "Son fuente de potasio mineral que contribuye al funcionamiento normal de los músculos y del sistema nervioso. También es fuente de vitamina C. Son ricas en flavonoides y en compuestos azufrados, responsables de su aroma. Entre los flavonoides, los antocianos son los responsables del color rosado o violáceo de determinadas variedades de cebolla; pero sobre todo destaca el contenido en quercetina con una importante función antioxidante. La vitamina C contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo", detallan desde la FEN.
En esa misma línea, desde la Fundación Española del Corazón relatan que "sus características nutricionales la convierten en un alimento con propiedades digestivas, diuréticas, antisépticas y antioxidantes".
Pero no todas las cebollas son iguales ni todas son buenas. "Para elegir la mejor cebolla hay que fijarse en las que no tengan manchas o el cuello blando, y descartar las que estén húmedas. Para lograr un buen estado de conservación hay que colocarlas en un lugar fresco y seco; y si al utilizarla sobra un poco, mejor envolverlas en papel film y guardarlas en el frigorífico para que no pierdan sus propiedades", añaden desde la FEC.
Truco "con mucha ciencia" de Boticaria García para evitar que repita la cebolla
Quien no ha querido dejar pasar la oportunidad de hablar de este popular alimento ha sido la farmacéutica, nutricionista y óptico-optometrista, Boticaria García, con nombre de usuario @boticariagarcia y que cuenta con más de 830.000 seguidores en Instagram. En ella, la experta y creadora de contenido da un "truco (con mucha ciencia) para evitar que repita la cebolla".
"La ciencia y el microondas tienen la solución. En la cebolla viven unos compuestos con azufre. Cuando muerdes o cortas la cebolla, una enzima espabila estos compuestos transformándolos en unos compuestos volátiles activos. Es decir, los compuestos siguen felices, pero se acabó la paz. No solo son capaces de hacernos llorar, sino que también pueden irritar el estómago y provocarnos esa sensación de reflujo, de repetición. La buena noticia es que la enzima que transforma estos compuestos, se destruye con el calor. Así que, si cueces o si escaldas la cebolla, te la cargas y ya no podrá realizar su función. Truco: si te da pereza cocer o escaldar, cocinando la cebolla en el microondas unos 30-45 segundos también inactivas, en parte, esa encima. No es milagroso, pero algo ayuda. Y sí, la cebolla sigue estando crunchy, apta para ensaladas", explica de manera detallada Boticaría García.