- Las tradiciones son valores e historia que permanecen a través de los años. Escuchar el sonido del chupinazo el día 6 de julio en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, aquella que muchos dicen que "parece más grande en la televisión que en persona"; ver bailar a los gigantes y cabezudos; que los mozos del encierro levanten el periódico y canten "A San Fermín venimos, por ser nuestro patrón..." frente a la figura del santo; que las reses bravas recorran los puntos más turísticos de la ciudad como la Cuesta de Santo Domingo o Estafeta para desenvocar en la Plaza de Toros de Pamplona; los pañuelicos rojos vistiendo los cuellos de los pamploneses y pamplonesas o la discusión sobre a qué lado se debe llevar la faja son algunos de los elementos que consolidan la seña de identidad de estas queridas fiestas y que no se celebran desde hace ya dos años.

También hay otras tradiciones que se han quedado en el olvido. Algunas formaban parte de los actos que se celebraban en presanfermines, antes de las fiestas, y otras tenían lugar durante estas. La Sanjuanada, los partidos de tenis disputados en la Plaza de Toros o el mercado de ajos son algunos de los eventos que se realizaban en la capital navarra antes del 6 de julio. Las cucañas, el funambulismo, las goitiberas o las Majorettes también formaban parte de la seña de identidad de estas fiestas tan conocidas.

Y como dice la frase "nunca muere lo que no se olvida", estas costumbres seguirán vivas mientras se recuerden.

CUCAÑAS

CUCAÑASLa primera vez que se menciona esta atracción para los jóvenes es en 1867. Durante las fiestas de San Fermín Txiquito se corrieron seis vacas emboladas y se colocaron en el ruedo dos cucañas. La cucaña es un palo alto clavado en el suelo, untando con jabón o grasas y en cuya punta se coloca un premio o un objeto valioso para el primero que consiga alcanzarlo. Se cree que el origen de la cucaña es napolitano y, para ello, nos debemos remontar al siglo XVI. De 1883 a 1892 se instalaron cucañas en la Plaza de la Constitución y en 1891 hubo un gran incidente que fue recogido en La Correspondencia de España: "Durante las últimas fiestas celebradas en Pamplona, un joven que se hallaba subido a una de las cucañas en las que había un premio de 80 reales, tuvo la desgracia de caer al suelo, causándole tales lesiones, que falleció a los pocos momentos de recibirlas". De esta manera, un joven de 16 años llamado Casiano Giménez murió tras caer al vacío. Al año siguiente, otro varón se cayó de la cucaña horizontal. La prensa pidió la supresión y fin de aquel festejo. Por eso, durante 36 años se suprimió esta actividad.

A partir de 1928, hasta 1951, se volvieron a instalar cucañas en la Plaza del Castillo, en el Ensanche Viejo y en los Jardines de la Taconera.

FUNAMBULISTAS

Los funambulistas son acróbatas que realizan ejercicios sobre una cuerda floja o el alambre. En Navarra, Remigia Echarren Aranguren destacó por dominar este arte. La pamplonesa recibió en numerosas ocasiones los nombres de "Reina de las alturas" o "Reina del Arga" ya que se sometió a maromas (cuerdas flojas) a unos diez metros de altura.

Estos espectáculos tenían lugar durante los Sanfermines. Remigia actuó en tres ocasiones: 9 de julio de 1883 en la parte del río Arga contigua a la fábrica de Pinaquy, y en 1884 y 1886 en la plaza del Castillo. Más tarde, sufrió un grave accidente en Ondarroa el 5 de octubre de 1982 y nunca más pudo subirse a la cuerda.

La última vez que se realizó este espectáculo fue en 1916 cuando Mr. Arsens Blondín atravesó la maroma en la Plaza del Castillo, aunque en realidad no era el auténtico Blondín, ya que el verdadero se llamó Jean François Gravelet. No hizo una función arriesgada y no consiguió el apoyo del público. Así se cerraron las actuaciones de los funámbulos en San Fermín.

Sin embargo, año después, en 1987 Los Bordini (grupo alemán de funambulistas) volvieron a realizar numerosos espectáculos en la ciudad a más de 50 metros del suelo.

goitiberas

La goitibera o goitik behera se considera un juguete propio de adolescentes. Se trata de un carro de madera que está formado por una plataforma de 70 cm de longitud y 40 cm de anchura. Las ruedas están colocadas en los extremos de los ejes, siendo el trasero fijo y el de delante móvil para poder realizar giros en ambos sentidos, tanto hacia la izquierda como hacia la derecha. Como no tiene tracción propia, es empujado desde atrás por una segunda persona pudiendo llegar a alcanzar velocidades superiores a los 130 km/h.

En Pamplona, en la década de 1960, los claustros del Monumento a los Caídos, por la especialidad de empuje y la "cuesta de las Blancas" o de Lezkairu, por el lanzamiento libre, eran trayectos inmejorables para las goitiberas.

A la goitibera también se le podía colocar esquíes caseros en lugar de ejes y trineo para la nieve, pero era peligroso por ser unidireccional.

Las goitiberas tuvieron un auge en las fiestas populares de las regiones del norte de España, especialemente en Navarra, en los años 1974 y 1975.

majorettes

Este espectáculo tiene origen austriaco, aunque fueron los estadounidenses los que lo pusieron de moda. Eran chicas jóvenes que formaban parte de un grupo que desfilaba por las calles seguido de una orquesta. El uniforme solía consistir en un sombrero y una chaqueta de tipo militar, una minifalda y botas altas.

En los Sanfermines de 1968 fue la primera vez que el Ayuntamiento de Pamplona contrató a las Majorettes de Nimes, pero más tarde también lo harían con las de Tarbes, las de Toulouse, las de du Sud Ouest de Burdeos y las forales (de Tafalla). Estas últimas participaron el 8 de julio de 1973, Día de Baiona, con la presencia en la ciudad del alcalde de la localidad francesa, el doctor Grenet y con el grupo de danzas de Pamplona, los gigantes y cabezudos, los "Pomposhos" y la banda de cornetas y tambores de la Agrupación San Juan.

desencajonamiento

Hace años, las reses procedían exclusivamente de ganaderías navarras y se traían a Pamplona por los caminos a pie. Una vez, se escapó un toro y estuvo tres meses desaparecido. Desde entonces, en 1899 el Ayuntamiento decidió que los toros andaluces y castellanos se desencajonarían en la antigua fábrica de gas de la Rochapea. Así nació este acontecimiento que aún se sigue celebrando en los Corralillos del Gas.

tenis

Como acto presanferminero, se jugaba al tenis en la Plaza de Toros. En 1918 apareció una nueva sociedad, el Club de Tenis de Pamplona, en Larrabide, convirtiéndose en el club más antiguo de Pamplona.

sanjuanada

Uno de los alicientes de la Sanjuanada es la apertura de las barracas, churrerías y artefactos de la feria. Ha desaparecido la costumbre de que los mozos obsequiaban con churros a primera hora de la mañana a sus mujeres y novias a la hora del desayuno. Como anécdota, en el único bar que existe en la actualidad en la calle Mayor del viejo burgo de San Cernín, se bajaba la persiana hasta las 12 de la noche con gente dentro y a esta hora se gritaba "¡Viva San Fermín!", y el del bar invitaba a todos los presentes allí.