El rejoneador navarro, Pablo Hermoso de Mendoza, y los tres toreros, Morante de la Puebla, El Juli y Roca Rey fueron los protagonistas del festejo de este jueves. 

 El navarro terminó muy contento tras acabar de astar al toro de Carmen Lorenzo, del cual se llevó ambas orejas, dos más para las 54 que ya se ha forman su historial en Pamplona. “Hoy cuando entré, me asusté de ese bullicio, ese ruido que se hizo, pero gracias a Dios toda la gente se entregó”, contó el rejoneador. Además, sus sensaciones frente a la faena que hizo fueron inmejorables: “El toro ha sido perfecto. Era un toro bravísimo, un toro que venía de largo, que además tenía un temple y un ritmo tremendo. He estado a gusto. Encima la suerte de matarlo bien matado, ha sido todo redondo. No me lo he podido imaginar mejor”, relató feliz Hermoso de Mendoza.

“El toro ha sido perfecto. Era un toro bravísimo, un toro que venía de largo, que además tenía un temple y un ritmo tremendo. He estado a gusto. Encima la suerte de matarlo bien matado, ha sido todo redondo", relató feliz Hermoso de Mendoza.

Además, su hijo Guillermo Hermoso se mostró enormemente orgulloso de su padre. “Después de ver mil faenas y pensar que había estado bien, verle hoy me hace ver que me queda mucho por recorrer, aprender y perfeccionar”, contó. 

Después de que Pablo Hermoso de Mendoza saliese triunfal con las orejas en sus manos, el sevillano Morante de La Puebla entró en acción. Lidió al primer toro, de 585 kilos, proveniente de Núñez del Cuvillo. Para él, “con un toro de unas condiciones tan elevadas, el miedo y todo eso te hace un poco de culpa en la musculatura pero bueno, contento porque he podido estar a la altura y lástima que la espada se me ha ido un poco baja”, comentó el sevillano a cerca de su primera faena. En la segunda faena, pudo hacerse con una de las orejas del toro, mostrándose plenamente contento con su público. 

El segundo torero fue El Juli, con un castaño meano de 515 kilos en su primera faena. En este caso, se hizo con una de las orejas del toro, la cual lanzó después a una de sus miles de asistentes. Para él, el primer toro no fue muy de su agrado ya que no lo disfrutó como esperaba: “Este toro se ha movido mucho, no ha tenido mucha obediencia. A ver si el otro saca un poquito más de humillación”, contó el madrileño algo defraudado. Sin embargo, en la segunda faena pudo disfrutar del toro de forma extraordinaria, afirmando que el toro “ha sido complicado”. Además, se llevó consigo una de sus orejas

Por último, fue el turno de Roca Rey, el protagonista de la tarde, con un jabonero de 510 kilos en su primera faena. Mostró su dominio de manera totalmente entregada al toro, llegando a ponerse de rodillas, sin moverse siquiera.

“El toro se ha dejado mucho y he podido sentirlo por muchos momentos. Es bonito regresar a estas ferias como Pamplona, pena de aquél que no quiere venir a un sitio como este”, expresó Roca Rey tras acabar con las orejas del toro entre sus manos

Con el segundo y último toro, demostró ser la estrella del día, en el centenario de la Plaza de Toros de Pamplona.